Vázquez Mota se registra como precandidata a la presidencia.
Foto: Octavio Gómez
A
menos de dos meses de que los panistas definan quién será su candidato a
la Presidencia para 2012, en el equipo de campaña de Josefina Vázquez
Mota nadie duda que ella se impondrá a Santiago Creel y a Ernesto
Cordero; a este último incluso lo ha vapuleado en varias ocasiones.
Tales son sus afanes que los seguidores de quien fue una gris secretaria
de Educación Pública y una intrascendente líder parlamentaria aseguran
que no habrá dos vueltas en las elecciones internas, pues en la primera
ronda, programada para el próximo 5 de febrero, ella obtendrá los votos
necesarios para consolidarse.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Aunque
todas las encuestas le dan una sólida ventaja ante Ernesto Cordero,
identificado como el aspirante favorito de Felipe Calderón, Josefina
Vázquez Mota y su equipo tienen claro que la candidatura presidencial
del Partido Acción Nacional (PAN) se conquista sólo con una estructura
eficaz para movilizar el voto, que ya poseen y que tiene una meta:
Obtener la victoria en la primera ronda electoral, el 5 de febrero.
“Es
un mito que Josefina no tenga estructura”, puntualiza Jorge Ramos
Hernández, coordinador nacional de estructuras de Vázquez Mota, quien
afirma poseer desde ahora un ejército electoral que neutralizará y
vencerá a Cordero, cuyo rezago en la simpatía de los panistas ya lo
forzó a recomponer su equipo de campaña y optar por una estrategia de
choque.
El exalcalde de Tijuana, Baja California, y allegado a
Francisco Blake, el fallecido secretario de Gobernación, revela que
Vázquez Mota tiene asegurado desde ahora, por lo menos, “50% más uno” de
los más de 600 mil panistas activos y adherentes que se prevé voten en
la elección del 5 de febrero, lo que cancelaría una segunda ronda,
prevista para el día 19 de ese mismo mes.
“Nosotros estamos
listos, nuestra campaña ya terminó. Del 18 de diciembre al 5 de febrero,
seis semanas efectivas, concretaremos el éxito que ya tiene Josefina y
materializaremos el triunfo en votos de sus simpatizantes”, expone el
estratega.
Una segunda vuelta electoral se cancelaría, también, si
el ganador de la primera obtiene 37% de los votos con una diferencia de
5% sobre el segundo lugar, pero Ramos sentencia: “Ni una sola neurona
está ocupada en una segunda ronda. En la primera vamos a ganar”.
Encargado
de coordinar la estructura de mujeres, jóvenes, legisladores y
territorial –esta última a cargo de Jorge Manzanera, operador de siempre
de Calderón–, Ramos insiste en que Vázquez Mota vencerá a Cordero, pese
al respaldo oficial que éste tiene: “Básicamente el gobierno,
funcionarios de gobierno más bien, que simpatizan y lo apoyan”.
–¿Prevé movilización desde el gobierno para favorecer a Cordero?
–Espero que no, pero vamos a estar alertas.
Tras
siete meses de que Vázquez Mota se ha expuesto como aspirante
presidencial, antes inclusive de solicitar licencia como diputada
federal, no hay manera de que no gane la candidatura, subraya Ramos: “En
seis semanas se requerirían errores muy grandes”.
La estructura
A
días de que el domingo 18 se inicien formalmente las precampañas,
reguladas por ley, la impotencia de Cordero por no rebasar 10% de las
preferencias electorales en las encuestas, las mismas que dan a Vázquez
Mota porcentajes superiores a 40%, lo han llevado a la confrontación,
como en los debates organizados por la fundación panista Rafael Preciado
Hernández, y ha generado conflicto al interior de su equipo.
En
los hechos, Rogelio Carbajal dejó la coordinación de la campaña, aunque
se mantiene el conflicto generado por la marginación de las decisiones
estratégicas a los panistas que se sumaron a Cordero tras la declinación
del gobernador Emilio González Márquez, encabezados por Arturo García
Portillo, diputado federal por Chihuahua, entre ellos Juan Pablo Adame
Alemán, hijo del gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame.
Las
dificultades en el equipo de Cordero se producen a pesar de que dispone
de abundantes recursos económicos, como consta en documentos, de los que
Proceso tiene copia, para el traslado de operadores electorales.
Por
ejemplo, sólo en cinco días se gastó un total de 107 mil pesos en
boletos de avión, entre otros, para servidores públicos como Héctor
Larios Córdova, secretario general de Gobierno de Sonora, cuyo
Ejecutivo, Guillermo Padrés, es uno de los que ha puesto la estructura
gubernamental al servicio de Cordero.
Larios Córdova, amigo de
Manuel Espino y militante de El Yunque –como otros que están en la
estructura de Cordero, entre ellos Hilarino Díaz Serna en Guanajuato y
Simón Guerrero en Querétaro–, hizo un viaje Hermosillo-México-Hermosillo
por Interjet, el viernes 11 de noviembre, con el boleto DA 79915, con
un costo de 4 mil 28 pesos.
Otros operadores de Cordero que viajan
con recursos de la precampaña son José Viramontes, Alfredo Munro, Alain
Santa Cruz, Perla Domínguez, Enrique Hull, Julio Limas, Gustavo
Ramírez, Jorge Barrera, Marcele Arellano.
Al margen de lo que hace
Cordero y aun de sus diatribas –que tienen a Santiago Creel, el otro
contendiente, como espectador–, Vázquez Mota ha articulado una
estructura que, según las proyecciones de su equipo de campaña,
garantiza la votación mayoritaria en nueve de los 12 estados que
concentran 60% de los militantes activos y adherentes del PAN.
Aunque
el universo de militantes asciende a 1 millón 795 mil, se prevé que
participen entre 600 mil y 700 mil, poco más de una tercera parte de los
panistas que pueden hacerlo, como ocurrió en el proceso interno de
2005, del que resultó ganador Calderón bajo acusaciones de fraude que
quedaron impunes.
La estructura electoral de Vázquez Mota, explica
Ramos, se sustenta en el diálogo: “El método es el acuerdo político con
los grupos locales y Josefina muestra una apertura total en eso, nos da
mucha maniobra a quienes operamos su campaña para poder sumar gente de
todos los colores y sabores en el partido. Por eso se dan fenómenos de
unidad insólitos”.
Por ejemplo, en Veracruz, el estado con más
militantes del PAN en el país, grupos locales confrontados respaldan a
Vázquez Mora: el de Alejandro Vázquez Cuevas, expresidente del PAN, el
de Enrique Cambranis, actual dirigente, y el de Julen Rementería.
“Ellos
tienen casi 80% del estado. Somos los más fuertes en el estado más
importante en votos, por encima del Estado de México y del Distrito
Federal”, puntualiza Ramos, quien asegura que Vázquez Cuevas, quien
apoyó a González Márquez, controla operadores en 100 ciudades del país.
El
tercer estado en votación panista es Jalisco y ahí también los grupos
en pugna respaldan a Vázquez Mota, que contaría con 70% de la futura
votación: “Hay gente del gobernador Emilio González, del exgobenador
Francisco Ramírez Acuña y de la disidencia de ellos, que la constituye
Hernán Cortés. Los tres equipos están operando con mucha fuerza para
Josefina”.
En Aguascalientes lo mismo: El exgobernador Luis
Armando Reynoso Femat apoya a Vázquez Mota, pero también Martín Orozco,
el candidato del PAN que fue derrotado supuestamente por el sabotaje de
aquél.
–Pero en Guanajuato, por ejemplo, el gobernador Juan Manuel Oliva ha puesto la estructura gubernamental al servicio de Cordero…
–Ahí
es una realidad que el gobernador está operando deliberadamente para el
proyecto de Cordero, pero también es una realidad que prácticamente
todos los diputados federales están con nosotros.
Y no sólo eso,
aclara: Apoyan el alcalde de León, Ricardo Scheffield; los dos
principales competidores por la alcaldía de Irapuato –Sixto Zetina, que
es diputado federal, y Julio di Bella, miembro del equipo nacional–,
así como los aspirantes a la candidatura a gobernador Ricardo Torres
Origen, senador, y Ángel Córdova Villalobos.
“Entonces, a pesar de
que es un estado gobernado por un simpatizante de Cordero, nosotros
somos una fuerza política fuerte en el estado. Yo aseguro que ya estamos
rebasando las simpatías por encima del 50% en Guanajuato, cuando era un
estado en el que traíamos 10% en julio.”
En el Estado de México,
que después de Veracruz y Jalisco es el estado con más militantes, la
fuerza electoral está dividida, aunque a Vázquez Mota la respaldan 11
delegados federales, seguidores de Luis Felipe Bravo Mena, expresidente
nacional del PAN y excandidato a gobernador, así como allegados del
senador Ulises Ramírez.
Aun en Baja California, cuyo gobernador
José Guadalupe Osuna lo apoya, Cordero está en tercer lugar, detrás de
Vázquez Mota y de Creel, mismo fenómeno que se presenta en Sinaloa, cuyo
gobernador aliancista, Manuel López Valdés, simpatiza con la diputada
con licencia.
“De manera que es un mito que Josefina no tenga
estructura. Y esto lo evidencia el hecho de que para el registro de su
candidatura llegamos con 100 mil firmas que se capturaron en el lapso de
una semana. Este ejercicio no se puede hacer sin una estructura
sólida.”
Vázquez Mota cuenta, además, con 108 diputados federales
que están operando todos los días con funciones específicas y esa fuerza
no la tienen Cordero ni Creel, puntualiza el expresidente municipal de
Tijuana, aspirante a senador o diputado federal.
La Coordinación
Nacional de Estructuras, detalla Ramos, involucra a jóvenes, que
encabeza Juan Carlos Martínez, expresidente de Acción Juvenil, y
Mujeres, al frente de las que se encuentra Laura Suárez, esposa de
Salvador López Orduña, candidato del PAN al gobierno de Michoacán en
2007.
Ramos dice que la percepción de que Cordero controla la
estructura nacional del PAN le es favorable a los seguidores de Vázquez
Mota: “Ahí está el secreto del triunfo: Creen que estamos débiles en
donde estamos fuertes”.
Sin embargo, en el equipo de la
exsecretaria de Desarrollo Social (Sedesol) en el gobierno de Vicente
Fox y de Educación Pública (SEP) con Calderón no hay confianza: “A pesar
de que traemos el discurso más aceptado, la candidatura más popular
adentro y afuera del PAN, la elección se gana el 5 de febrero. Tenemos
que aplicarnos a hacer el trabajo de estructura”.
Eso sí, el 5 de
febrero es la fecha de la victoria, insiste: “Ni una sola neurona está
ocupada en una segunda ronda. En la primera vamos a ganar”.
Duelo de ineptitudes
El
registro de Vázquez Mota, Cordero y Creel como precandidatos
presidenciales del PAN, la próxima semana, se produce en medio de la
confrontación de los primeros, un cruce de acusaciones sobre sus propias
ineptitudes y las del gobierno de Calderón.
Ante las acusaciones
de que no fue capaz de aprobar leyes que México requiere y de que no ha
rendido cuentas de los recursos de la diputación del PAN que coordinó
–un expediente aún desconocido–, Vázquez Mota acusó a Cordero de
fabricar pobres.
“Cuando dejé la Secretaría de Desarrollo Social, y
ahí están las cuentas y las cifras, la pobreza alimentaria, la pobreza
extrema bajó de poco más de 23 millones de mexicanos a 14 millones,
aunque esta cifra en gestiones que me precederían (sic) o que estarían
después de mí en la Secretaría de Desarrollo Social volverían a subir la
pobreza. Yo dejé la pobreza en 14.7 millones de mexicanos y esa pobreza
volvería a subir.”
Cordero, titular de la Sedesol entre enero de
2008 y diciembre de 2009, atribuyó el aumento de los pobres a la crisis
económica mundial y dijo que Calderón, no él, creó un programa
alimentario destinado a la pobreza extrema.