Agencias de noticias y medios colombianos registraron evidentes
agresiones al ejército.
Este martes, los roces entre una comunidad indígena y el
ejército en la región del Cauca parecieron llegar a su punto más álgido cuando
indígenas se enfrentaron a algunos de los soldados que se encuentran en su
territorio ancestral y los obligaron a abandonarlo.
Durante la última semana indígenas, Fuerza Pública y guerrilla han
protagonizado varios enfrentamientos.
Los indígenas nasa, que se han declarado neutrales en el conflicto armado en
Colombia, habían dado un ultimátum para que la guerrilla y el ejército salieran
de su territorio.
El Ejército, tras la orden del presidente Juan Manuel Santos de "no ceder un
solo centímetro", no se retiró, por lo que más de mil indígenas se desplazaron a
una base militar en el municipio de Toribío y se enfrentaron a los soldados.
Sube la tensión
Un ataque de las FARC a una estación policial hizo que el
gobierno enviara a la zona al ejército, que el miércoles fue atacado por los
nativos.
La Fuerzas Armadas dijeron que fueron atacados con garrotes, machetes y
caucheras. Según le dijo a Caracol radio Jorge Humberto Jeréz, comandante de la
Fuerza de Tarea Conjunta 'Apollo', "mis soldados no sólo están resistiendo los
maltratos de los indígenas que hoy entraron y nos quemaron los víveres, sino
también soportan los hostigamientos de los guerrilleros que atacan desde la
parte alta".
Por su parte Marco Yule, gobernador del cabildo indígena Toribío, negó los
ataque en la cadena La W: "Simplemente le estamos diciendo a la Fuerza Pública
que haga un desalojo de la base militar que se hizo en Toribío en las torres de
Comcel y Movistar, que son territorios indígenas y se hizo sin consulta
previa".
El miércoles circularon fotos en las que, aunque no queda del todo claro, se
evidencian enfrentamientos de los indígenas con el ejército. También circula un
video donde se ve el altercado entre los indígenas y los soldados.
Viejo reclamo
"Uno ve que la militarización no es la vía.
Eso ha sido mas bien un complique porque al estar las trincheras de los
militares, al estar la policía resguardada en el caso urbano, eso ha provocado
ataques más fuertes"
Argelino Escué, Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del
Cauca
La demanda no es nueva: el pueblo nasa viene exigiendo la salida de todos los
actores armados de su territorio desde hace tiempo.
Y el reclamo empezó a adquirir mayor fuerza hace casi exactamente un año,
luego que el gobierno colombiano decidiera responder a un anterior ataque contra
la estación de policía de Toribío aumentando significativamente su presencia
militar en la zona.
El poblado ya había sido blanco de las FARC en numerosas ocasiones: más de
600, según estimaciones del anterior alcalde, Carlos Banguera.
Pero el ataque de julio del año pasado fue presentado por algunos como
evidencia del supuesto resurgimiento de las FARC durante el gobierno del
presidente Santos. Y las autoridades decidieron reaccionar.
Desde entonces a la fecha, sin embargo, la percepción de deterioro en materia
de seguridad se ha confirmado como el punto débil del mandatario, quien hace dos
semanas pudo ver cómo el expresidente Álvaro Uribe oficializaba la creación de
un movimiento político de oposición que tiene como principal bandera una
posición mucho más agresiva en el manejo del conflicto.
Y, así las cosas, la necesidad de no mostrarse débil en materia de seguridad
seguramente no le permitirá a Santos detenerse a considerar las demandas de los
indígenas del norte del Cauca.
Por el contrario, se espera que el mandatario anuncie en Toribío la creación
de una nueva fuerza de tarea conjunta para la zona del norte del Cauca.
Tarea difícil
"No podemos desmilitarizar"
Santos dijo la semana pasada que "nosotros también estamos cansados de la
guerra pero por ningún motivo podemos desmilitarizar un solo centímetro", dijo
el mandatario al final de una sesión extraordinaria de su consejo de ministros
celebrada en Toribío.
El mandatario también anunció un plan de inversión de casi US$280 millones
"para que el departamento pueda progresar y tener un mejor
futuro".
El presidente está supuesto a anunciar un plan de consolidación que llevaría
a la región proyectos de desarrollo y programas sociales, que ayuden a mantener
a los pobladores lejos de las FARC y los cultivos ilegales.
Las FARC, por su parte, también tienen sus razones para mantenerse en la zona
y desoír las demandas de los Nasa.
Después de todo, el norte del Cauca hace parte de un corredor estratégico por
el que circula parte de la droga que financia su lucha y la guerrilla conoce
esas montañas como la palma de su mano.
Y por eso, a pesar del triunfo obtenido a inicios de la semana, el consejero
de la de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, ACIN, está
consciente de las dificultades de su lucha.
"El problema es cómo aguantar, cómo resistir, cómo sostenernos", le dijo a
BBC Mundo.
"Pero sabemos que es complicado. Seguro vendrán las amenazas de parte y
parte, como ya lo hemos visto ya en los últimos meses".
Neutralidad disputada
Las amenazas por parte de todos los actores armados han sido, a lo largo de
la historia del conflicto, un problema enfrentado por prácticamente todos los
pueblos indígenas colombianos.
Estos siempre se han asumido como neutrales pero eso no los ha protegido del
ejército, la guerrilla ni los grupos paramilitares.
Antes bien, el precio de esa neutralidad lo han terminado pagando con su
estigmatización, además de desplazamientos, secuestros y asesinatos.
Última actualización: Miércoles, 18 de julio de 2012
Redacción BBC