Tenemos la primera prueba de un crimen, acusa la viuda del líder y exige pesquisa internacional
El fallecido presidente palestino Yasser Arafat durante una
visita a Jordania, en octubre de 2004
Foto: Ap, Afp, Dpa y Reuters
Ramalá, 4 de julio. La Autoridad Nacional
Palestina (ANP) aprobó este miércoles, en principio, la exhumación del cadáver
del líder Yasser Arafat, después de que surgieron indicios de que pudo haber
sido envenenado con el elemento radiactivo polonio 210 en 2004.
Nabil Abu Rudeina, portavoz del presidente palestino, Mahmoud Abbas, aseguró
que no hay motivos religiosos o políticos en contra de esta opción, siempre que
sea también la voluntad de la familia.
Suha Arafat, viuda del líder, aseguró hoy en una entrevista que su marido no
falleció de muerte natural, sino que fue envenenado, y demandó la exhumación del
cuerpo para realizarle análisis a los huesos y para que se efectúe una
investigación internacional.
La aseveración de Suha se desprende de estudios realizados sobre rastros de
sangre, sudor, saliva y orina de la ropa y los artículos personales del extinto
líder palestino que ella proporcionó para un documental del canal árabe Al
Jazeera, que a su vez los llevó a un laboratorio de Lausana, Suiza.
Darcy Cristen, portavoz del Instituto de Radiología en Lausana, señaló que en
esos análisis se hallaron niveles anormales de polonio 210.
No obstante, explicó que los síntomas descritos en el historial médico de
Arafat no coinciden con los de un envenenamiento por polonio y, tras calficar la
situación de
misteriosa, apuntó que los resultados no son suficientes para sacar conclusiones sobre la causa de muerte del líder palestino, e instó a realizar una investigación más profunda.
Tenemos la primera prueba de un crimen, aseguró Suha a Al Jazeera como argumento para que se permita la exhumación, en principio rechazada por el Islam debido a que altera el descanso de los muertos.
Este hallazgo ha alimentado viejas sospechas palestinas de que Israel estuvo detrás de la muerte de Arafat a los 75 años, tras el hundimiento de las negociaciones de paz en 2000.
Después de estar enfermo durante un largo periodo, Arafat fue trasladado a un hospital militar en Francia, donde murió el 11 de noviembre de 2004. Los médicos que lo trataron en sus últimos días no pudieron señalar la causa de la muerte.
Un médico israelí que en aquel momento tuvo acceso a los documentos indicó que la enfermedad del dirigente palestino parecía
un caso claro de intoxicación por alimentos como los que se enseñan en las escuelas de medicina.
Este día, un oficial de alto rango del gobierno israelí rechazó las sugerencias de que Israel podría haber envenenado con polonio radiactivo al fallecido presidente palestino.
Periódico La Jornada
Jueves 5 de julio de 2012, p. 33
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