"Esto no es un problema de tremendismo, es uno de evolución y de reforma", dijo el funcionario español.
A su juicio, cuando se generen problemas en partes de las ciudades "demasiado cercanas al agua o que tengan problemas de inseguridad o inundaciones", "habrá que hacer extensiones en las zonas más alejadas y adaptarse de la forma más eficiente posible y más económicamente óptima".
"La ciudad es un gran tesoro, y no se trata de abandonarla sino de ayudarla a adaptarse a los requerimientos del cambio climático (...) Lo que predominará serán movimientos de adaptación, que serán movimientos parciales y que además se pueden aprovechar para reconstruir mejor la ciudad", sostuvo.
Ciudades costeras bajas como Copenhague y las comunidades costeras pequeñas en el Pacífico Sur también resultarán afectadas.
"Estamos ante un reto cultural importantísimo, que es repensar el ideal de ciudad que desde la Segunda Guerra Mundial fue basado en la ciudad jardín y especializada. Hay que ir ahora al modelo de ciudad compacta, con mezcla de usos y no especializada", dijo Clos.
El director ejecutivo de esa agencia de Naciones Unidas insistió en que hay que evitar las visiones catastróficas "de las películas de terror o de desastres que ahora están muy de moda".
Clos criticó el modelo de urbanismo que se aplica de manera mayoritaria en el mundo y que "está basado excesivamente en el tráfico del automóvil individual", en detrimento de las opciones de transporte masivo.
Enfatizó en que se trata de un modelo "muy simple", que consiste en grandes carreteras con anexos urbanos pequeños y dispersos "que no aportan diversidad, ni estructura cultural, ni de servicios complejos".
En ese tipo de urbanismo "se ocupa demasiado territorio con poca densidad, se genera mucho consumo energético y altos costos de mantenimiento per cápita", sostuvo.
Las ciudades modernas y sustentables deben ser "más integradas, más compactas, con usos múltiples en el tejido, e ir en contra de la excesiva zonificación que tan de moda está en el mundo".
La división de las ciudades en distintas zonas especializadas en un solo tema, como los distritos financieros, y las áreas de vivienda o comercio, constituye "una forma de segregación de la ciudad, que por su propio diseño genera demanda de movilidad, porque es necesario ir de un sitio a otro".
Además, de este modo "se incrementan las distancias y no se puede ir a pie", concluyó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario