ROMA, 15 de enero.- Los dos mexicanos que viajaban en el crucero Costa Concordia, que encalló anoche frente a la isla italiana de Giglio, se encuentran sanos y salvos, confirmó el embajador de México en Italia, Miguel Ruiz-Cabañas Izquierdo.
El embajador dijo que la joven pareja, originaria de Guadalajara, fue trasladada a Roma, de donde se espera que partan a México en los próximos días.
El embajador dijo que la joven pareja, originaria de Guadalajara, fue trasladada a Roma, de donde se espera que partan a México en los próximos días.
Dos personas de nacionalidad mexicana figuran en una nueva lista de pasajeros del crucero Costa Concordia, encallado la madrugada del sábado frente a la isla italiana de Giglio, dijo el vicecomandante de la capitanía del puerto de Livorno (centro), Lorenzo Cantore.
En entrevista telefónica, Cantore precisó que los mexicanos aparecían en una lista actualizada, que fue proporcionada por la compañía Costa Crociere, propietaria del barco.
En una lista precedente no figuraba ningún mexicanos entre los tres mil 216 pasajeros y mil 13 tripulantes del Costa Concordia.
Cantore explicó al respecto que la información estaba en constante actualización, y confirmó que no conocía la suerte de los dos mexicanos, cuya identidad tampoco pudo confirmar.
'Estamos verificando la suerte y el destino de los pasajeros, hay varios desaparecidos', dijo.
Reportan a 70 desaparecidos
Tres muertos (dos ciudadanos franceses y un ciudadano peruano), decenas de heridos y unas 70 personas desaparecidas en altamar era hasta anoche el saldo del accidente del crucero de lujo Costa Concordia frente a la isla del Giglio, muy cerca de la región de la Toscana, Italia.
En la lista de pasajeros referida por la compañía había mil italianos, 500 alemanes y unos 160 franceses. Anoche también trascendió que entre los pasajeros había dos mexicanos, pero hasta el cierre de esta edición, no se habían revelado los nombres de todos los pasajeros.
Mientras pasaban las horas, el balance de la tragedia en altamar se agravaba pues además de que se sigue buscando a más personas, las autoridades temen que las dos mil 400 toneladas que llevaban de combustible pudieran derramarse de frente a Puerto Stefano.
Por los hechos, ayer por la tarde se detuvo al comandante del barco, Francesco Schettino de 52 años y de origen campano, acusado de haber ocasionado el naufragio, de homicidio culposo, además de haber abandonado la nave cuando se estaba hundiendo mientras todavía había muchos pasajeros a bordo. Por los mismos delitos, se detuvo también al primer oficial, Ciro Ambrosio.
De acuerdo con varios testimonios, alrededor de las 23:30 horas, Schettino ya había abandonado el barco cuando gran parte de la tripulación y pasajeros aguardaban a ser salvados.
Tanto el crucero como la caja negra fueron puestos a disposición de las autoridades.
Los hechos
De acuerdo al itinerario dado a conocer ayer, la nave Costa Concordia zarpó el viernes 13 a las 19 horas del puerto de Civitavecchia (Lazio) con 4 mil 229 personas a bordo, de las cuales 3 mil 206 eran huéspedes y mil 23 formaban parte del personal del barco.
A las 21:40 horas, cuando ni siquiera habían transcurrido tres horas de comenzado el viaje, el crucero detuvo su marcha cuando la quilla se atoró, provocando un golpe, mientras los pasajeros estaban en la cena inaugural.
De acuerdo con algunos testimonios, después del gran golpe, se fue la luz y la confusión poco a poco comenzó a adueñarse de los pasajeros a quienes después les pidieron ponerse el chaleco salvavidas, lo que provocó más miedo, pues se dieron cuenta de que no había suficientes para todos.
Fue mientras la evacuación de la nave que el miedo se apoderó de muchos de los pasajeros quienes comenzaron a saltar al agua, que, por la estación invernal y el horario del incidente, obviamente se enfrentaron con un mar congelado.
De hecho, no se descarta que la muerte de las víctimas haya podido ser a causa de una hipotermia.
Según el procurador de Grosseto, Francesco Verusio, quien encabeza las investigaciones, el capitán del Costa Concordia se acercó mucho al puerto y fue cuando chocó con una barrera de coral que se atoró con la parte izquierda de la nave, provocándole una perforación y haciéndola inclinar tanto que en el lapso de pocos minutos hizo que el barco comenzara a llenarse de agua.
Sergio Ortelli, alcalde del Giglio, comentó que los cruceros que pasan por esta zona, muchas veces se acercan quedando a 2 o 3 millas del puerto, pero que éste, el Costa Concordia se acercó de más, cuando no se puede hacer por lo peligroso que resulta la maniobra.
Después de la tragedia, Ortelli puso a disposición hospitales, escuelas y hoteles para los pasajeros, quienes perdieron todas sus pertenencias, incluyendo sus documentos. También se abrieron las iglesias “para los supersticiosos”, visto que todo había comenzado un viernes 13.
Según la empresa, el Costa Concordia realizaba una travesía por el Mediterráneo. La próxima parada se esperaba en Savona, para después visitar Marsella, Barcelona, Palma de Mallorca, Cagliari y Palermo.
El Costa Concordia, de 114 mil 500 toneladas, pertenece a la flota de Costa Cruceros, la más grande de Europa.
Notimex y Cynthia Rodríguez/ Especial
