martes, 13 de septiembre de 2011

Alarma a galos accidente en sitio nuclear



FOTO: APLa planta Marcoule se ubica en la región de Langedoc Roussillon, en el sur de Francia.

La explosión de un horno que servía para reciclar residuos de baja radiactividad en la central nuclear de Marcoule, en el sur de Francia, causó ayer la muerte de una persona y provocó heridas a otras cuatro.

Aunque el accidente no provocó ninguna fuga radiactiva, según las autoridades francesas, el suceso movilizó fuertemente a las asociaciones ecologistas y al partido de los Verdes, quienes pidieron mayor transparencia para conocer exactamente las causas del accidente y criticaron que Marcoule no hubiese formado parte de la inspección de seguridad realizada por las autoridades francesas a las centrales del país tras el accidente en la planta nuclear japonesa de Fukushima, hace seis meses.

Según las explicaciones del Instituto de Radioprotección y de Seguridad Nuclear, el horno en el que se produjo la explosión, que funciona desde 1999, contenía cuatro toneladas de metales cuya radioactividad no superaba los 67 mil becquereles. "Sin comparación con lo que contiene un reactor nuclear", observó un portavoz de la institución.

No obstante, los 250 empleados del sitio quedaron confinados en el interior de la planta durante cuatro horas, como parte de las medidas de seguridad adoptadas tras la explosión.

La Ministra de Ecología, Nathalie Kosciusko-Morizet, quien visitó el sitio para tranquilizar al personal y a la población local, descartó el riesgo de fugas radiactivas. "No hay ningún razón por la cual preocuparse", dijo.

Sin embargo, las declaraciones oficiales no tranquilizaron a los ecologistas, que aprovecharon para pedir que Francia abandone su política nuclear.

"Las alternativas energéticas existen, ha llegado el momento de salir de lo nuclear", dijo Eva Joly, la candidata del partido de los Verdes para las presidenciales de 2012.

La ONG Greenpeace, por su parte, denunció la falta de seguridad en la central de Marcule, ubicada en la sureña región de Languedoc-Rousillon, a unos 30 kilómetros de Avignon.

"Este sitio no se ha tomado en cuenta ni en la auditoría de instalaciones nucleares francesas que ordenó el Gobierno ni en las últimas inspecciones realizadas por la Autoridad de Seguridad Nuclear. Ello demuestra una vez más que Francia no aprendió de Fukushima", dijo Yannick Rousselet, de Greenpeace.

Con 58 plantas atómicas que producen cerca del 75 por ciento de la electricidad que consume, Francia es el país que más depende de la energía nuclear en el mundo.

Lo ocurrido en la central gala coincidió con una rueda de prensa ofrecida ayer en Viena por el jefe de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Yukiya Amano, quien presentó nuevas propuestas para mejorar la seguridad nuclear a nivel mundial y destacó que las críticas hacia esta fuente de energía tras lo ocurrido en Fukushima se habían "diluido".

http://www.am.com.mx/Nota.aspx?ID=499377

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