viernes, 9 de diciembre de 2011

Alerta ante comicios 2012



¿Por qué el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré y el presidente Felipe Calderón han venido insistiendo en los últimos días en el tema Michoacán y en la penetración del narcotráfico en los comicios?

El segundo conductor más importante de programas noticiosos de Televisa, Carlos Loret de Mola, acaba de ofrecer en su espacio con que cuenta en el diario El Universal, una respuesta interesante que debe mover a la reflexión a todos los mexicanos: El presidente Calderón se ha sumado activamente a la campaña por la anulación de la elección en su tierra natal, pero lo que parecía una simple grilla local se suma a una serie de maniobras que desde distintas fuerzas políticas e instituciones “tendría como consecuencia la anulación de la elección presidencial del 2012”.

Lo que dice Loret de Mola debe ser motivo de gran preocupación, en tanto que no es solamente porque lo diga un periodista con sensibilidad, con un gran cúmulo de información e importantes “contactos políticos”, sino porque simplemente cabe suponer que atrás de su reflexión se encuentra expuesta la postura de una de las empresas más poderosas e influyentes de este país: Televisa, un incuestionable grupo de presión, que se vale de uno de sus más afamados conductores para ventilar públicamente que Calderón se encamina por la ruta “para cancelar la elección 2012”.

En lo que toca al comentario de que el presidente Calderón podría tener en su mente contribuir a generar el escenario que se requiere para anular los comicios del 2012 para evitar que se registre la alternancia en el poder, no hay que descartarlo. Calderón ha venido demostrando que se valdrá de todo lo que esté a su alcance para que el PAN siga reteniendo el poder presidencial.

Esto se apreció en el reciente proceso electoral que se registró en Michoacán, donde, incluso, delegados de la Sedesol y de otras dependencias federales, se involucraron en el equipo de campaña de Luisa María Calderón, para brindarle asesoría y poner a su alcance el padrón de ciudadanos beneficiados por el programa Oportunidades.

Pero en lo que no se coincide con lo dicho por Loret de Mola es en lo que dijo de que Andrés Manuel López Obrador está multiplicando la versión de que la elección “ya sucedió”, con la intención de impulsar un conflicto postelectoral, y de manera paralela contribuir, por su lado, a generar desde ahora las condiciones “para anular la elección del 2012”.

Por una razón elemental. López Obrador, jamás se involucraría en una maniobra teniendo como cómplice a Felipe Calderón. Ni mucho menos el presidente buscaría al tabasqueño para proponerle participar en el desarrollo de una estrategia conjunta encaminada a evitar que el PRI recupere el poder en el 2012. Es más viable que el ex candidato presidencial de la izquierda acepte una propuesta de corte político del gente ligada al virtual candidato del PRI a la Presidencia, Enrique Peña Nieto, que acceder a una insinuación indecorosa diseñada en la residencia oficial de Los Pinos.

Es poco consistente la versión de que a López Obrador le podría convenir que Calderón cancele las elecciones del 2012, bajo el argumento de que no hay condiciones para su realización, en tanto que con ello, además del clima de incertidumbre y de desconfianza que esto generaría ente los actores que intervienen en la producción y en general entre todos los sectores sociales, se prolongaría el mandato del presidente “ilegitimo” panista que a lo largo de los últimos cinco años ha sido cuestionado por el tabasqueño.

Como ya se ha manejado, es más viable que se registre un acercamiento entre López Obrador y Peña Nieto, que entre Calderón y el ex candidato presidencial del PRD. Esto se apreció también recientemente, antes de que celebraran comicios en el Estado de México, cuando el tabasqueño repudió una posible alianza entre el PAN y el PRD, inspirada por Calderón, para evitar el triunfo del priísta Eruviel Ávila.

En cambio, si es posible que el tabasqueño entable una soterrada alianza con el PRI para sacar al PAN de los Pinos, a cambio de que se le respete a la izquierda el Distrito Federal y se le garantice a su grupo político el posible triunfo en algún otro estado de la República para el Morena, y que incluso, el próximo gobierno federal, le ofrezca condiciones para crear un nuevo partido, con las estructuras del PT, Movimiento Ciudadano y Morena.

Esto es muy viable que así suceda. Para ello habrá que tener presente aquellos años del gobierno zedillista, cuando distintos actores políticos demandaban la renuncia de Ernesto Zedillo y todo eso se difuminó a partir de que el entonces dirigente nacional del PRD, Andrés Manuel López Obrador, publicó un desplegado donde la izquierda le brindaba todo su respaldo al presidente de la República, Ernesto Zedillo Ponce de León.

No en vano, tiempo después, cuando López Obrador se apuntó como candidato del PRD a jefe de Gobierno del DF, ante las diversas impugnaciones sobre su residencia, desde el gobierno federal se le ofreció el apoyo para que las autoridades electorales le allanaran el camino del registro como candidato.

Por eso, a Loret de Mola hay que creerle nada más lo que dice sobre que Calderón opera para generar las condiciones que le permitan cancelar la elección del 2012, y descartar todo lo que señala respecto a López Obrador.

Y lo más importante, recordarle a Calderón que el único responsable del crecimiento exponencial del crimen organizado es él, en tanto que él, en su carácter de jefe del Estado cuenta con el aparato de seguridad y las atribuciones que le confiere la Constitución para salvaguardar la seguridad de todos los mexicanos. Calderón está fallando y eso lo pagará en las urnas.

Carlos Blanco

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