“Me recogió una ambulancia que me llevó al hospital. Como a los dos meses me echaron sin mi ropa, mis zapatos, ni mi dinero”.
Los paramédicos lo llevaron a su trabajo, que estaba cerrado. De ahí a un albergue y luego a otro. Don Manuel pedía la comprensión de los encargados, según cuenta la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), que recogió su historia.
“Yo tengo un hermano que vive bien. Tiene casa y familia. ¿Usted me haría el favor de hablarle por teléfono?”.
Hay más de 10 millones de personas con más de 60 años en México, según el Censo de Población y Vivienda del INEGI. 53.4% son mujeres y 46.6, hombres. Todos, como don Manuel, en riesgo de abandono, desempleo, negación de oportunidades y del respeto a sus derechos fundamentales.
¿Son suficientes sus ingresos?
Esta tarde, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) presentará los resultados sobre las Personas Adultas Mayores de la Encuesta Nacional de Discriminación 2010 (ENADIS 2010). Basta con ver unos cuantos resultados para tomar el pulso de la exclusión a la que son sometidos quienes solemos llamar ‘viejitos’.
Más del 40% de los adultos mayores considera que sus principales problemas son económicos. Casi 28% ha sentido que, por la edad, sus derechos no han sido respetados. 37% considera que la enfermedad, el acceso a los servicios de salud y a los medicamentos son su principal dificultad, y 26% considera que su mayor problema es el acceso al trabajo.
¿Qué medios quedan entonces para llevar una vida digna cuando el pelo encanece? Los mayores observan cómo a su alrededor las puertas se van cerrando cuando, paradójicamente, más del 85% considera que las opiniones de esta población deben tomarse mucho en cuenta a la hora de tomar decisiones familiares.
“El paso del tiempo afecta las habilidades y capacidades de todas las personas. Sin embargo, asumir a priori que una persona es inútil, incapaz o enferma debido a su edad, es una práctica injustificable”, considera el presidente de Conapred, Ricardo Bucio. “La obligación de la sociedad y del Estado en relación con las personas adultas mayores debe ser la misma que se tiene con la niñez y la juventud: crear las condiciones para que alcancen su desarrollo integral”.
Los adultos mayores, sin embargo, ven cómo Estado y sociedad se desentienden de esa obligación. Y para muestra, basta responder algunas preguntas con los resultados de la encuesta.
¿Cómo se sostiene un adulto mayor?
Cuatro de cada 10 hombres adultos mayores tuvo que trabajar al menos una hora o un día a la semana para sostener a su familia o cubrir los gastos propios. En contraste, sólo una de cada 10 mujeres mayores trabaja.
Es fácil pensar que la mayoría de los ancianos no trabaja por incapacidad; pero el porcentaje que se encuentra en esta situación es apenas de 8.21. 49% de los ancianos que no trabajan están dedicados al hogar y 19.16% está pensionado.
¿Cómo se sostienen económicamente los adultos mayores?
La mayoría de los adultos mayores que trabajan se concentran en las actividades propias del campo con 25%. Las otras tres más recurridas son el trabajo por cuenta propia (20.46%), el comercio (19.13%) y los servicios (10.87%).
A pesar de contar con empleo, más de la mitad de los adultos mayores, 61.8% depende económicamente de un familiar u otro tercero. 27% está pensionado por su trabajo y casi 4% por viudez.
¿Tienen movilidad?
La percepción del anciano apoyado en andador se desploma con los resultados de la Enadis 2010. 93% de los mayores –hombres y mujeres—carece de problema alguno para moverse o caminar y lo hacen sin ayuda. Esto significa que sólo seis de cada 100 ancianos tienen alguna limitación que, en su mayoría, se debe a la edad o a alguna enfermedad.
¿Tienen dificultad para moverse?
¿Cuáles son sus principales problemas?
El acceso al trabajo, a la salud y el sufrir maltrato o discriminación son los tres problemas que los propios adultos mayores perciben con mayor preocupación como grupo.
Para hombres y mujeres, la percepción es distinta. Mientras las dificultades principales para los hombres son de tipo económico, para las mujeres son las relacionadas con el acceso a cuidados médicos.
¿Cuáles son sus principales problemas?
Otro dato que preocupa es la cobertura de sus necesidades básicas. Más de la mitad de los adultos mayores en el país no tiene ingresos o los que tiene son insuficientes para cubrir sus necesidades. Además, 91.2% considera difícil conseguir empleo.
Recibir apoyos de los programas del Gobierno también parece fuera de su alcance. 66% considera que es muy difícil acceder a ellos.
¿Qué hay de su salud?
La mayoría se perciben con un estado físico regular (49%). Sólo tres de cada 10 ancianos cree que su salud es buena o muy buena.
La mitad de toda la población adulta considera que recibe toda la atención médica que necesita y ocho de cada 10 se atiende en los servicios públicos, que califican como buenos.
En caso de enfermedad, reciben cuidados del esposo, hijos o hijas.
¿Dónde se atiende cuando se enferman?
¿A qué conclusión llegan las autoridades?
Junto con el Instituto Nacional de Personas Adultas Mayores, Conapred busca que con los resultados de la encuesta se haga visible “la condición en que se encuentran estas personas en el país por la discriminación en razón de su edad”.
Ricardo Bucio, presidente del organismo, afirma que los adultos mayores necesitan y merecen “ser vistos desde una perspectiva de derechos propios. Desde la perspectiva de que su inclusión no es una prerrogativa discrecional, sino una obligación”.
Dulce Ramos (@WikiRamos) http://www.animalpolitico.com/2011/10/trabajo-salud-y-maltrato-principales-problemas-de-la-tercera-edad-conapred/
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