martes, 23 de agosto de 2011

El vino y el arte



La pluma de Zavel   Andrea Isabel Castro

«Porque el vacío no puede compararse al vino con que Satán obsequia a sus buenos amigos…»
Federico García Lorca

tizianoEl arte, como reflejo del hedonismo puro, tiene entre sus objetos consentidos al vino por ser considerado fuente de placer, lujuria y excesos.
El vino fascinó entre muchos otros a Tiziano, Brueghel, Goya y al Bosco que se deleitaban al retratar una orgía o un brindis por formar parte de la naturaleza erótica del ser. Y es que ¿quién dentro de este maravilloso universo vitivinícola no ha sentido un hervor de sangre, una seducción inexplicable o la tentación del roce de la piel al beber?
Con el vino tendemos a dejarnos llevar por nuestros impulsos «románticos», como sucede en La Bacanal de los Andrios de Tiziano donde después de una noche de juerga la ropa comienza a desprenderse y el final de la velada es imaginable…
El arte además de presentar los «pecados» del vino, ofrece una mirada a las desventajas que brinda, como lo demuestra David Teniers en su Fiesta Campestre que muestra las consecuencias de la bebida en exceso y sin deleite al retratar a un ebrio indispuesto».
El arte presenta uvas en innumerables obras, pero no es solamente por esto que se relaciona con el vino. La unión entre estos dos elementos surge de una sublime combinación de belleza y maldad.
El saber beber es un arte. El vino incita al aprendizaje del arte de amar; el vino inspira y expresa; el vino es tan pasional como Leonardo (personaje predilecto de Bodas de Sangre, García Lorca) y por eso merece nuestra admiración nuestro respeto, nuestra apreciación y nuestra degustación. El vino es, pues, merecedor de todas las representaciones humanas que se le han impuesto, y si el vino es demoniaco…y como todo lo mefistofélico ofrece un misterio que atrapa, enciende y algunas veces recompensa con olas de placer…. entonces ¡salud!

Relación de la influencia del vino en el arte
Siglo XVI
La tabla de los siete pecados capitales (El Bosco)
Isaac y Jacob (José Ribera)

Siglo XVII
El triunfo de Baco (Diego de Silva y Velázquez)
Las meninas (Diego de Silva y Velázquez)
La monstrua desnuda (Juan Carreño de Miranda)
La última cena (Juan de Juanes)
El gusto (Jan Brueghel)
Bodegón (Osias Beert)
Bodegón (Clara Peeters)
Bodegón con dos racimos de uvas (Juan Fernández “El labrador”)
Bodegón con dulces y recipientes de cristal.(Juan van der Hamen)

Siglo XVIII
La vendimia o el otoño (Francisco de Goya)
La merienda (Francisco de Goya)
Bacanal (Michel-Ange Houasse)
Ofrenda a Baco (Michel-Ange Houasse)

Admírelos, disfrútelos y de nuevo ¡salud!
La pluma de Zavel
Andrea Isabel Castro

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