martes, 6 de diciembre de 2011

Y todavía viene lo peor/ Piedra en el zapato

Los  convoco a renovar nuestra esperanza y a dar un último y definitivo esfuerzo en los días y meses por venir, a que venzamos la fatalidad, porque el futuro depende de nuestra determinación para construir el México que queremos”, manifestó Felipe Calderón Hinojosa en el marco de su quinto año de gobierno. Se preguntará cuántos actores sociales y políticos responderán a este llamado cuando se ha visto una indiferencia total sobre lo que sucede en el país.

Como ignorar el mensaje del presidente de la República Felipe Calderón cuando manifiesta que la “viabilidad” del estado mexicano se encuentra tan en peligro, que es necesaria la participación de los sectores económicos, políticos, sociales  y hasta de Estados Unidos para contrarrestar al crimen organizado.
Cómo apelar al apoyo de un país que en los hechos, no ha hecho absolutamente nada para apoyar a México en el combate a la delincuencia y por el contrario, ha permitido la puesta en marcha de operativos como el “rápido y furioso”, que incrementó el tráfico de armas al país.

Cómo olvidar el tratado de Guadalupe Hidalgo avalado por Antonio López de Santana y  ratificado el 30 de Mayo de 1848, a través del cual, México pierde la mitad de su territorio en el norte, tras la guerra de intervención norteamericana. Quien no recuerda su historia, está condenado a repetirla.

Lejos de sembrar confianza y esperanzas de cambio de estrategias en el último año de gobierno, se acentuó que la lucha violenta continuará. Este mensaje creció la preocupación de muchos mexicanos que se preguntan por qué tanta cerrazón e insistencia en continuar lo que no ha ofrecido resultados a favor del país pero en cambio, vulneran como nunca la soberanía nacional.

Y por qué habrán de responder todos los sectores del país al llamado de apoyo que solicita en torno al combate contra la delincuencia organizada, cuando finalizan cinco años sin que se haya disminuido el tráfico de enervantes hacia Estados Unidos y ha incrementado la afectación a personas inocentes que nada tienen que ver con grupos de delincuencia organizada.

¿Por qué habremos de recordar a Felipe Calderón?. Por el incremento en los niveles de pobreza en el país, por la crisis de influenza humana de abril del año 2009, la peor sequía de los últimos 70 años que ha provocado afectaciones drásticas en cosechas y muerte de ganado.

Por el incremento mensual al precio de los combustibles, lo que ha elevado significativamente el precio de la canasta básica. O por las cifras enormes de muertos, desaparecidos, secuestros, levantados, producto de la violencia registrada por una presunta guerra declarada contra el narcotráfico sin tomar en cuenta que gran parte de la estructura de poder, es cómplice.

Como olvidar que el país fue condenado a una guerra  que deja ya una estela de 50 mil muertos, 15 mil desaparecidos, mas los que se acumulen el próximo año. El mandatario a dicho tuvo una administración difícil, “años muy duros” se capotearon, sin embargo, con resultados bastante malos especialmente en el renglón de la inseguridad y la violencia.

La caída en los niveles de bienestar más acusados en las últimas tres décadas. Aún y cuando repitan hasta el cansancio que en las administraciones priistas, se finalizaba con inflación galopante y crisis políticas de dimensiones que conocidas por los mexicanos.

En la década de los gobiernos panistas, el crecimiento económico ha sido de un escaso 2% y en los últimos cinco años, de 1.7%, siendo que el gobierno federal ha tenido los presupuestos históricos más grandes, pasando de 1.1 billones de pesos en 2001 a precios constantes, a 3.4 billones de pesos en 2011.

El sexenio de la violencia.

Es  en el rubro de la violencia donde los mexicanos hemos perdido quizá lo más querido, que es la seguridad y la certidumbre, lo que nos ha colocado al borde de perder también la paz social.

Falso sería decir que en las administraciones priistas, se prodigó un ambiente de paz, desarrollo, progreso y justicia social,  la diferencia es que no se combatió abiertamente ni se perseguía a los criminales de manera frontal.

La criminalidad no estaba tan extendida ni era tan cruel y sanguinaria.

Con gran facilidad se dice que en el pasado los gobiernos pactaban con los criminales, basta recordar los casos de los militares detenidos por complicidad con el narcotráfico, durante la administración de Ernesto Zedillo.

Con la llamada “operación limpieza” detuvieron al  Subprocurador de SIEDO, Noé Ramírez Mandujano, quien fuera sustituido entonces por la actual Procuradora General, Marisela Morales.

Y cómo salir a defender la estrategia de guerra cuando el mercado de exportación en los Estados Unidos permanece intocado, la frontera es más que porosa para el tráfico de armas, enervantes y migrantes.

¿Cómo ganar esa guerra en la que Estados Unidos pone los consumidores, las armas y los bancos para lavar dinero mientras nosotros ponemos los muertos?. Qué argumentos pueden citarse para que los mexicanos salgan a la defensa de esta estrategia que cada día, cobra mas víctimas colaterales.

Si las elecciones fueran hoy, indudablemente el PAN pasaría a ser una tercera fuerza electoral, cosechando el repudio de los electores por lo que han sido diez años de retroceso en prácticamente todos los indicadores, con excepción de las cifras macroeconómicas que se han sostenido contra viento y marea a costillas del bienestar general.

Las cifras reveladas hace 5 días,  por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) informó que México y Honduras fueron los únicos países del continente con incrementos importantes en sus porcentajes de pobreza.

Según el Informe Panorama Social de América Latina 2011, México aumentó 1.5 por ciento desde 2008 el número de pobres. Lo que revela el fracaso en la política social para apoyo a las familias mas desprotegidas del país.

“Y por eso hoy, hoy los convoco a renovar nuestra esperanza y a dar un último y definitivo esfuerzo en los días y meses por venir, a que venzamos la fatalidad, porque el futuro depende de nuestra determinación para construir el México que queremos”.

El cielo nos agarre confesados para el año 2012.  Porque todavía viene lo peor.
Se preguntará, y ahora quién podrá defendernos.

por Lilia Baizabal


liliabaizabal@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario