Josefina Vázquez Mota esquivó las embestidas y prefirió enfocarse en los rivales externos, pues a la elección interna ya no la considera una incógnita, sino una certeza.
Que quien va atrás en las encuestas ataque al primer lugar era una estrategia muy previsible, por eso a nadie sorprendió la actitud de Cordero, coincidieron en señalar analistas consultados por ADNPolitico.com.
“Su estrategia fue casi de manual de libro para cuando estás hasta abajo, ahí tienes que mostrar contrastes”, dijo el politólogo Andrés Lajous.
“Por eso, quien va perdiendo en la competencia siempre quiere debatir, porque es la única oportunidad que tiene de alcanzar al que va arriba”, agregó Luis Estrada, politólogo y director de la firma SPIN-Taller de Comunicación Política.
“Es muy obvio que quien va rezagado tenía que seguir una estrategia de ataque”, insistió el especialista en opinión pública, Roy Campos.
“Los debates”, continuó, “son la única oportunidad de las campañas en que vemos a los aspirantes en igualdad de condiciones; no es un spot, no los graban 10 veces, si se equivocan, pues se equivocan”.
“Entonces los que van abajo tratan de aprovechar y obligar a que se equivoque el puntero… Fue evidente que Cordero inicia tratando de hacer caer a Josefina en su juego, diciendo ‘somos diferentes’”, añadió Roy Campos.
Ataques previsibles
Aunque no olvidó la elección interna, Vázquez Mota prefirió enfocarse en la contienda constitucional desde su primera intervención: “Los adversarios ya están en la boleta electoral”, dijo.
“Una mujer panista escribirá una mejor historia este 1 de julio: yo sí le voy a ganar al PRI y al PRD, le vamos a ganar a Peña Nieto y a López Obrador”, añadió.
Cuando Ernesto Cordero tuvo su primer turno, reconoció que todos los aspirantes del PAN tienen experiencia en el Gobierno Federal –Vázquez Mota ha sido secretaria de Estado por más de 89 meses y Cordero por menos de 44 meses–, pero dijo que entre los precandidatos panistas hay otras diferencias importantes.
No hablaba en primera persona, pero Cordero hablaba de sí mismo cuando se refirió a quienes cuentan con experiencia elaborando política económica. “Más nos vale que el próximo presidente de México sepa cómo conducir la economía”.
No era la primera vez que el exsecretario de Hacienda insistía públicamente en este punto. En el segundo foro de discusión de los presidenciables panistas -antes de que fueran precandidatos-, organizado por la Fundación Rafael Preciado, Cordero y Vázquez Mota ya habían intercambiado ataques sobre la capacidad de cada uno para conducir la economía del país.
Precandidata torera
La excoordinadora de los diputados panistas aprovechó cada uno de sus turnos para delinear su portafolio de propuestas que resumió en una frase: “Crecer más, aprender mejor y vivir en paz”. Las promesas incluían duplicar el número de becas, lograr la reelección de legisladores y la eliminación del fuero.
Y aunque el precandidato identificado como el más cercano al presidente Calderón respondió con ataques, Josefina los ignoró reiteradamente y continuó con su discurso.
Que si 150 nuevos institutos de educación superior, que si una estrategia deportiva integral contra la obesidad, que si 18,000 telesecundarias más, que si cadena perpetua a los políticos coludidos con el crimen organizado, que si una ley que flexibilice el mercado laboral, que si fortalecimiento institucional de policías locales y ministerios públicos...
Cuando Cordero vio que la puntera no caía en provocaciones, intentó pasar del ataque a la propuesta. Pero rápido se percató de que sus propuestas y las de sus contrincantes sonaban muy similares, y entonces tuvo que decir lo evidente: “En los catálogos de política pública, yo creo que todos proponemos básicamente lo mismo”.
Y la panista, que capoteó cada una de las embestidas de Cordero, más de una vez dejó en claro que su principal preocupación no era la elección interna, sino la constitucional.
“No sólo se trata de defender lo que hemos construido, sino de en qué país vamos a vivir el resto de nuestras vidas. No podemos permitir ni el regreso del autoritarismo, ni del populismo; ni PRI, ni PRD”, sentenció la extitular de la SEP y la Sedesol.
“Josefina no iba a un debate, iba a un foro donde le iban a dar un espacio para hablar y pues dijo ‘voy a hablar mejor que ellos’”, consideró Roy Campos.
Para concluir, luego de que Cordero Arroyo notó que las referencias indirectas no surtían efecto, decidió hablar con nombres y apellidos. “Ahora todos decimos que estamos orgullosos, que hemos defendido al presidente Calderón... Me hubiera gustado escuchar a la diputada Vázquez Mota defender las políticas del presidente Calderón”, dijo el actuario.
Previsible desdén
Al finalizar el debate, la precandidata del PAN a la Presidencia aceptó que la ciudadanía ya está cansada de las peleas.
"Creo que la ciudadanía ha manifestado un cansancio por la violencia verbal, ha manifestado un cansancio por entramparnos en dimes y diretes que al final de cuentas no le representan nada a los ciudadanos", señaló Josefina en conferencia de prensa realizada al concluir el encuentro.
Además, confesó que no encontró incentivos para responder a Ernesto Cordero. Para los especialistas, ante la ventaja que tiene en las encuestas, también era previsible la estrategia de Vázquez Mota de evitar confrontaciones.
“En los procesos internos tienes que estar cuidando el hoy y el mañana (...) Tienes que contender contra adversarios, pero no abrirte flancos que puedan ser usados en tu contra o de tu partido”, explicó el politólogo Carlos Elizondo Mayer-Serra.
“El más agresivo debía ser Cordero y creo que no lo fue tanto; está en una situación en la que va muy rezagado (...) ante la opinión pública, la que está ganando, la que para muchos ya ganó, se llama Josefina Vázquez Mota”, añadió el académico.
Creel: ¿pensando en la segunda vuelta?
Santiago Creel Miranda fue el encargado de iniciar el debate y comenzó con una acusación sin destinatario específico sobre el desvió de lo “auténticamente” panista. El exsecretario de Gobernación pidió la confianza de sus correligionarios para ser él quien encabece “un tercer gobierno panista que auténticamente lo sea”.
Sin embargo, cesó los ataques y hasta hizo un elogio a la labor del presidente Calderón (reconoció que durante su gobierno se han construido más de 10 mil instancias infantiles).
Intervención tras intervención, fue quedando claro que Creel no iba a pelear con los otros contendientes del PAN; que resaltaría su experiencia en el combate al crimen y que hablaría de unidad.
Para Roy Campos, la estrategia de Creel Miranda es no caer más en las preferencias. “Sabe que difícilmente ganará en la primera vuelta, su apuesta es ya no caer más y jugar a que Josefina no logre el porcentaje suficiente para ganar en primera vuelta”, explicó el director de Consulta Mitofsky.
“Sin duda, Creel le está apostando a una segunda vuelta. Y, sobre todo, no quiere verse como el precandidato agresivo; si toma una postura de no atacar, asume que él tiene otro liderazgo, que él es un candidato serio”, precisó Luis Estrada.
Además de la posibilidad de que Creel esté buscando ganar en una segunda vuelta la elección interna, Elizondo Mayer-Serra considera otra. “Ésa es una opción, la otra es que se retire el 2 o 3 de febrero, y le dé todo su apoyo a Josefina después de una negociación”, detalló el investigador del CIDE.
Y, aunque sólo iba dirigido a quienes podrán elegir al candidato de Acción Nacional (los militantes panistas), el debate también aporta algo a la ciudadanía en general.
“Es mejor esto que nada... Entre más hablen, más digan cosas en público, más comprometidos estarán a ser consistentes con lo que dicen y más elementos tenemos los ciudadanos para evaluarlos y juzgarlos”, mencionó Andrés Lajous.
Enero 18, 2012
ADN Político
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