martes, 25 de octubre de 2011

Vicente Fox en busca de protección

Carlos Ferreyra | Opinión
2011-10-23
 

Es una versión como tantas otras que corren por los mentideros políticos, pero tratándose de quienes se trata, no es tan descabellada. Se refiere a las más recientes declaraciones de Vicente Fox, su insistencia en negociar con los narcos y de plano amnistiar a los autores de las bestiales matanzas repartidas por todo el país.

Como siempre, sin información sólida, debemos atenernos a lo que “radio bemba” (dicen los cubanos de la transmisión de boca a boca) circula por muchos lados.

El conferencista Vicente Fox, que al salir de la Presidencia tuvo un muy escaso éxito, con discretos emolumentos frente a las millonarias cifras que alcanzan gente como Bill Clinton o Mijail Gorbachov, el último mandatario de la Unión Soviética, autor de la glasnot y la perestroika, por el mandato de la señora Marta, su esposa, está decidido a recuperar su sitio en el concierto mundial. Y con ello, subir sus ingresos.

La señora Marta, de quien tenemos múltiples indicios de que desde los tiempos cuando era gobernador de Guanajuato era la que marcaba la agenda del posteriormente aspirante a, y presidente de la República, encontró una fórmula que hasta ahora le ha dado benéficos resultados.

Aprovechando su presencia en foros internacionales, Fox lanza propuestas para pacificar al país, pero buscando beneficiar a los traficantes de drogas, a los que no sólo pretende sentar en una mesa de negociaciones con el gobierno, sino además perdonarles todos sus crímenes. Sin condiciones, los compara con los alzados de Chiapas que tenían motivaciones políticas.

Un “cese al fuego”, como irresponsablemente repite el marido de la señora Marta, implicaría la violación de múltiples tratados y convenios internacionales que, según los expertos, significaría el reconocimiento de un gobierno agobiado por un estado beligerante, esto es, se admitiría que hay una guerra de hecho y que los narcos son enemigos con motivaciones más allá del interés de traficar con venenos y de asesinar indiscriminadamente, inclusive a la población civil.

También se pasaría sobre el Pacto de San José sobre derechos humanos y la convención de Naciones Unidas sobre el combate a la delincuencia organizada y el relativo a la prohibición para fabricar y distribuir estupefacientes.

Pero aún sin considerar el incumplimiento de estos compromisos suscritos por México, no existe razón moral y mucho menos legal para amparar a quienes han convertido al país en un cementerio. En realidad lo que Fox pretende es la entrega de los territorios ahora ocupados por los cárteles y la apertura de canales de distribución mediante la legalización de la fabricación, venta y consumo de drogas.

Algo que no se le ocurrió cuando era presidente, o quizá sí lo consideró y la mejor muestra sería la extraña fuga de El Chapo Guzmán y la indudable protección que se otorga, hasta la fecha, a su grupo.

El perverso manejo de las opiniones de Fox se ve amplificado por la ola de respuestas a cargo de los políticos que buscan posicionarse en las elecciones presidenciales de 2012. Lo toman en serio a pesar de los despropósitos que significan cada una de las declaraciones que, como es usual, hace fuera del país.

La señora Marta, feliz, mueve el pandero y agita el ambiente político nacional. Está acostumbrada y desde luego no perdería ninguna oportunidad para seguir en primera fila. Con lo que además garantizará la buena marcha de sus negocios y para ello, por si acaso, ya hubo pronunciamientos de apoyo al puntero, Enrique Peña Nieto.

Hay otra posibilidad: garantizar que no salgan a la luz los casi seguros arreglos que el ex mandatario habría hecho con los chapos, en donde habría que buscar los fondos para la construcción del Centro Fox y los recursos para la organización de conferencias y cursos con invitados de nivel mundial.

La señora Marta no duerme. Vela por los intereses de su marido.

http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=613142

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