martes, 29 de noviembre de 2011

Vázquez Mota pone contra la pared a Creel y Cordero


La diputada con licencia pide primero que sigan el ejemplo de Ebrard y Beltrones…


  
Un día después, la aspirante presidencial sugiere al líder nacional del PAN, Gustavo Madero, impulsar una candidatura de unidad
 
Las encuestas la siguen colocando hasta 25 puntos por encima del senador con licencia y alrededor de 35 sobre el ex secretario de Hacienda

Como en cualquier guerra, siempre hay un contrincante que comienza a cerrar la pinza después de observar las debilidades de su o sus oponentes.

De cara a la batalla electoral del 1 de julio de 2012, sólo el PAN mantiene más de un aspirante: Josefina Vázque Mota, Santiago Creel y Ernesto Cordero.

El PRD resolvió con una loable actitud del Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, quien reconoció haber sido derrotado por Andrés Manuel López Obrador en dos encuestas aplicadas por las empresas Nodos y Covarrubias.

La facilidad y hasta entusiasmo con que Ebrard se entregó a los resultados en contra sugirieron de inmediato un arreglo pre-encuestas.

Algunos hablaron incluso de un acuerdo para dejarle al Jefe de Gobierno la manga ancha en cuanto a la elección en el Distrito Federal del candidato a sucederlo.

“Podría empecinarme en llamar a ir a las internas a partir de diciembre. Sí, se podría, pero entonces cabría preguntarse: ¿En dónde quedó la congruencia?, ¿dónde quedaron los objetivos estratégicos planteados? La izquierda dividida sólo va al precipicio. No seré yo, nunca, quien conduzca las posibilidades de cambiar el rumbo de México al fracaso... Acepto y acato los resultados de las encuestas”, dijo un resignado Ebrard.
López Obrador, mientras tanto, poco faltó para agradecérselo al estilo Benetton: "Marcelo no se dejó cautivar por el canto de las sirenas; nos está dando una lección como ser humano y como político”.
Y colorín colorado, a otra cosa mariposa.

Esa fue la primera lección. La segunda vino de parte del PRI.

Bajo un tremenda expectativa, dada su calidad de político aguerrido por su larga secuela de propuestas, de reformas concluidas bajo su nombre e insistente propulsor de una ruta sin desvíos de su partido, el PRI, rumbo al 2012, fue esperado el pronunciamiento del senador Manlio Fabio Beltrones con respecto a su registro o no como precandidato presidencial para competir con el ex gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto.

Muchos hablaron de “la madre de todas las batallas”, otros de un “Waterloo”, uno más de la “guerra de las galaxias” o hasta de otra “batalla de las Termópilas”.

La verdad es que en la política siempre hay quien quiere ver sangre. Aunque quizá en tan publicitado choque de trenes tampoco podrían esperarse dulces de algodón.

Con una larga lista de propuestas, muchas de ellas avaladas por partidos y líderes opuestos al PRI, que incluyeron la mayoría del contenido de la Reforma Política, aún pendiente, el líder de los senadores priístas intentó contrarrestar la popularidad reflejada en las encuestas de Peña Nieto.

Algo cierto había en el PRI, sólo ellos dos (Beltrones y Peña) podrían competir con categoría y el cúmulo de experiencia necesaria para volver a poner los pies en Los Pinos.

Como estaba previsto, el día llegó, pero nadie blandió espadas. Beltrones se ciñó a la realidad y con un contundente “no habrá fractura en el PRI”, la frase más relevante de su desplegado del lunes 21 de noviembre, tendía la alfombra a Peña Nieto.

Así Beltrones decidía no participar en la contienda interna del PRI y contra Peña Nieto, una acción tildada de prudente por analistas, articulistas y hasta miembros del tricolor. Los elogios a Beltrones, como a Ebrard, no tardaron en caer en cascadas.

Sin embargo, como en las películas de suspenso, el senador puso punto final a su documento con un enigmático “mañana empiezo otra vez”.

EL PAN LA HACE CANSADA

A siete meses para la elección federal de julio del 2012, pero con el intermedio de convocatorias, elección interna, precampaña y campaña, y cual si en su “score” estuvieran apuntados sólo iluminados, el PAN lo toma con calma.

Hasta hoy y apenas con la ayuda siempre bienvenida de las encuestas (aunque en Michoacán -¿ante la mano del crimen organizado?- terminaron siendo un desastre) en el partido presidido por Gustavo Madero, quien lleva la delantera es Josefina Vázquez Mota.

La diputada con licencia inició su carrera hacia la candidatura presidencial con tímidas preferencias ante el pujante arranque de Santiago Creel.

Resistirse a la insistencia de sus líderes de meterla con “calzador” a la competencia por el Estado de México, quizá le valió puntos para ser tomada en serio, después de retar: “Yo voy solo por la presidencial”.
Calculadora y precavida, comenzó a remar, igual que Creel, contra un visible apoyo al entonces secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, quien con una desafiante frialdad y hasta desfachatez prolongaba su salida de la dependencia, sabedor tal vez que todas las cartas, pero preferentemente una, estaban con él.

Llegaron varias “cargadas”, quizá algo apresuradas, pero el ex secretario de Hacienda no prendió.

Discursos fríos, comentarios equivocados para la sensibilidad de la población y eventos con más ganas de restar que sumar, y Cordero no prendía.

El rezago ha sido hasta hoy su principal marca.

Por el lado de Creel su apariencia más de esperar una cifra decisiva o un “dedazo” para colgar los guantes y declararse “en favor de” lo han anclado como telonero de Vázquez Mota.
Ante esto, quien fue parte importante de la campaña y arranque de gobierno de Felipe Calderón y su secretaria de Educación, pero también titular de la Secretaría de Desarrollo Social en el sexenio de Vicente Fox, metió el acelerador en su campaña como aspirante presidencial panista.

Hoy, recién llegada de Madrid a donde acudió a presentar su libro “Nuestra oportunidad: Un México para todos” y de pasada felicitó a Mariano Rajoy, del Partido Popular, por su victoria sobre el Partido Socialista Obrero Español, de José Luis Rodríguez Zapatero, y ante la fuerza que da la supremacía, Josefina impone sus condiciones.

A mitad de la semana pasada legisladores panistas, simpatizantes de Vázquez Mota, pidieron a Creel y Cordero seguir el ejemplo de Ebrard y Beltrones.

Un día después, la aspirante presidencial sugirió al líder nacional del PAN, Gustavo Madero, impulsar una candidatura de unidad, cosa que no cayó muy bien a sus contrincantes.

“En el PAN no se dimite, se debate”, respondió Cordero horas después.

Igual ante la sugerencia de representantes de Vázquez Mota y Creel en el sentido de realizar una encuesta que reduzca a dos los aspirantes, el equipo del también ex titular de Sedesol respondió que se deben privilegiar los debates entre los tres para conocer primero las ideas y capacidades de cada uno.
Esa es la guerra azul, en donde estos números hablan y dan a Josefina Vázquez Mota el derecho de cortar la baraja: Hasta 25 puntos por encima del senador con licencia y alrededor de 35 sobre el ex secretario de Hacienda.

Por Roberto Cruz  rcruz@impacto.com.mx
sextopatio@gmail.com
Twitter: @RobertoCZga

http://revista.impacto.mx/Politica/1028-Vazquez-Mota-pone-contra-la-pared-a-Creel-y-Cordero

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