jueves, 23 de agosto de 2012

Viaje al centro de internet

 


Tubes. A journey to the center of the internetInternet no funcionaba. La táctica de encender y apagar, tampoco. El técnico llegó y, tras un primer vistazo, concluyó que estaba todo en orden. Hasta que miró hacia arriba y retiró lo dicho: casi con toda seguridad esa ardilla que correteaba por el tendido eléctrico había mordisqueado los cables, por eso fallaba la conexión. Andrew Blum, periodista especializado en tecnología, no daba crédito: "¡Internet, la red de información más poderosa jamás creada! ¡Capaz de establecer comunicación instantánea con cualquier rincón de la tierra! ¡Instigadora de revoluciones! Compañera inseparable, mensajera de amor, fuente de riqueza y distracción. Frustrada por los dientecillos de una ardilla de Brooklyn". El incidente no sólo le sirvió para darse cuenta de la fragilidad de la red, también para comprender que, a pesar de las metáforas, internet ni es una nube ni es inalámbrica. La red está ahí fuera, se puede ver y tocar, y eso es lo que él pretendía hacer. Así empezó Tubes: A journey to the center of the internet (la editorial Ariel tiene previsto publicarlo en español a principios de 2013).
 
El mapa mental que Blum tenía de internet no distaba demasiado de los que figuran en el Internet Mapping Project de Kevin Kelly. En 2009 el co-fundador de la revista Wired se propuso crear una "cartografía popular" de la red y pidió que le enviasen dibujos para tratar de entender cómo la imaginaban sus usuarios:
 
 
Map2
 
The Internet Mapping Project. Fuente: www.kk.org
 
 
Map5
 
The Internet Mapping Project. Fuente: www.kk.org


Map1
 
The Internet Mapping Project. Fuente: www.kk.org


Es decir, para Blum, como para los que enviaron sus dibujos, como para muchos de nosotros, internet es un espacio abstracto, intangible, porque ni siquiera reparamos en que posea una infraestructura física. Y la tiene. "Internet es, prácticamente en todas partes, una serie de tubos. Hay tubos por debajo del océano que conectan Londres y Nueva York. Tubos que conectan Google y Facebook. Edificios llenos de tubos, y cientos de miles de carreteras y vías férreas ribeteadas con tubos. Todo lo que hacemos online viaja a través de un tubo", explica en el prólogo del libro.
 
 
Submarine cable map 2012 (Telegeography)
 
Mapa de cables submarinos elaborado por TeleGeography, que muestra los más de 150 sistemas que conectan el mundo.



Global internet map 2012

Global Internet Map 2012 de TeleGeography, representación de la infraestructura física de internet.
 
 
Durante dos años Blum visitó esos lugares de internet en la tierra y elaboró un cuaderno de viaje. Su primera parada fue en Milwaukee porque no podía empezar sin un mapa, y allí se estaba imprimiendo el Global Internet Map, la representación de esa infraestructura real que él quería documentar. Luego visitaría algunos de los puntos neutros -esos lugares de paso donde se encuentran operadores y proveedores de internet para intercambiar el tráfico que va de unos a otros- más importantes del mundo en Frankfurt, Amsterdam y Londres, una playa portuguesa donde fue testigo de la instalación de uno de esos tubos que conectaría Portugal con África -aquí pueden verse las fotografías que tomó de la experiencia-, y los centros de datos donde gigantes como Facebook o Google almacenan nuestra información. De hecho, de la visita al centro de éste último salió indignado. El séquito de googlers siente no poder informarle sobre el funcionamiento de las instalaciones -"es confidencial"- y ni siquiera le dejan pasar de la cafetería. "El mensaje no tan subliminal fue que no se puede confiar en mí, ni por extensión en ti, para entender lo que sucede dentro del centro, un espacio en el que nosotros hemos puesto nuestra confianza para que la compañía guarde nuestras preguntas, cartas, incluso ideas".
 
No es hasta el final del viaje cuando el periodista llega a la conclusión de que, en realidad, "internet no era un mundo ni físico ni virtual, sino humano". Y quizás por eso, planteaba en la edición británica de la revista Wired, quienes nos pasamos todo el día conectados a esos cables deberíamos saber más sobre ellos. Porque "renunciar al conocimiento de esos pormenores supone ceder el control. Si internet parece magia, seamos conscientes de que nosotros no somos los magos, sino los niños que admiran asombrados la ilusión".
 
Tubes. A journey to the center of the internet de Andrew Blum (Ecco; próximamente en Ariel).
Por: | 23 de agosto de 2012
 
 
 

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