viernes, 14 de septiembre de 2012

Carta maldita

La epístola de Javier Corral al Presidente es incendiaria, furibunda… atiborrada de rencor y resentimiento.

 
El senador panista se salta las trancas, olvida las formas, da rienda suelta a la ira… y lanza la
pendencia.

Lo suyo con Felipe Calderón es personal… ya no hay investidura que obligue a guardar las apariencias.

El chihuahuense acusa al michoacano de pasarse de la raya… de llamarlo cobarde por no asistir a la reunión de senadores panistas el pasado 28 de agosto.

–¡Cobarde, Calderón!– le contesta Corral, iracundo.

La ofensa lacera la investidura presidencial. El legislador agraviado responde con igual moneda. Cegado por la cólera, acusa de colérico al mandatario… dice que Calderón avienta la piedra y esconde la mano… y le sentencia una maldición: “Espérate a que conozcas la condición humana a partir de que dejes el poder y te des cuenta cómo tú mismo eres el que más te ha perjudicado”.

La carta de Javier Corral es incendiaria, furibunda… atiborrada de rencor y resentimiento.
Lo que inició en público debe terminar en público… y en boca de todos. Por eso, la misiva acusa copia para Gustavo Madero, Ernesto Cordero y el resto de los senadores panistas.

Pero en el fondo, el durísimo reclamo, contiene un mensaje que trasciende a los hombres y golpea a las instituciones.

Nunca antes en la historia del país, un legislador se había dirigido de igual forma, y en tales términos, al Presidente de la República.

Habrá quien piense que la actitud de Corral tiene que ver con el fin del sexenio y el declive del poder presidencial… pero en las formas —en este caso tan importante—, Felipe Calderón será Presidente hasta el último minuto del 30 de noviembre, igual que Javier Corral será Senador —con todas la de la ley— hasta el 31 de agosto de 2018.

El despotrique del legislador panista tiene que ver con la desgastada figura presidencial. Con Vicente Fox y Felipe Calderón, la Presidencia perdió poder… y los mexicanos le perdimos el miedo…

–¿Y también el respeto?

La carta marcada de Javier Corral no es más que otro síntoma del presidencialismo deslavado, muy alejado de lo que fue en los años no tan lejanos del país de un solo hombre… para bien y para mal.
PD: No te calientes, granizo, porque de la ira queda el cansancio.

MONJE LOCO: No aparece en las cartas de proyecto del nuevo gobierno. Tampoco ha sido asunto de interés general en los últimos años… pero la creciente deuda interna nacional, expresada en la ruina de las gravosas finanzas de los estados, nos puede llevar a convertir el federalismo mexicano en una ruina, por insuficiente, ineficiente y disfuncional. Hoy tenemos a la vista el caso de Chiapas cuando hace apenas unos meses nos sobrecogían Coahuila o Michoacán. El góber Sabines quiere cinco mil millones para financiar su transición, (¿será para la transacción?). El caso chiapaneco no es único: todos los virreyes estatales, vengan del partido que sea, suelen hacer lo mismo… pero el asunto llega a límites excelsos cuando vemos casos como el de Cuernavaca. El alcalde Manuel Martínez Garrigós, quien recibió el municipio con una deuda de treinta millones, la ha dejado en casi mil. Pidió un crédito para obras nunca realizadas —400 millones al Banco del Bajío— y para pagarlo contrajo otro con Bancomer… que tampoco puede pagar. Hoy, el alcalde Jorge Morales Barud no puede proceder contra Martínez Garrigós porque el PRI lo premió con una diputación local que le otorga fuero. Total, el de atrás paga, decían los clásicos… y los neoclásicos.
        
2012-09-14 03:06:00
José Cárdenas
EXCELSIOR

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