viernes, 19 de octubre de 2012

Mamás tardías, foco de cáncer de mama

En las mujeres más jóvenes la enfermedad es más agresiva; alimentación y ejercicio reducen hasta 25 por ciento la probabilidad de enfermar

 

 
 
 
CIUDAD DE MÉXICO, 19 de octubre.- Retrasar la maternidad por el desarrollo de la vida profesional es también un factor de riesgo para padecer cáncer de mama.

Pero esto no significa que las mexicanas deban volver a sus casas para reducir el peligro, sino que se vigilen para, en caso de desarrollar el tumor, detectarlo a tiempo.
Bastaría con que también adoptaran hábitos de vida saludable de alimentación y ejercicio para que reducir hasta 25 por ciento la probabilidad de enfermar.

Hoy apenas entre 10 y 12 por ciento de los casos se presentan en menores de 40 años, pero los cambios en los estilos de vida de las mexicanas pueden ocasionar que cada vez enfermen con más frecuencia mujeres más jóvenes, donde el cáncer suele, por cierto, ser más agresivo porque se reproduce mucho más rápido.

Tras plantear este panorama en el marco del Día Mundial contra el Cáncer de Mama, que se conmemora hoy, Mirella Loustalot, directora general adjunta del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, de la Secretaría de Salud, insistió en que la detección oportuna y los cambios hacia hábitos de vida saludables son dos de los principales desafíos para reducir las muertes por esta causa.

“Los hábitos de la mujer están cambiando, antes se casaban y empezaban a tener su primer hijo antes de los 30 años o, incluso, mucho antes de los 20; entonces qué es lo que pasa, hay que entender que es un tumor que se asocia con la producción hormonal, con los embarazos se suspende la producción de estrógenos, entonces la mama descansa, de tal manera que cuando se prolonga desde la menarquia (primera menstruación) hasta los 30 o 35 años o más, entonces se está teniendo una exposición de más de 20 años sin descanso a esa mama, por eso es un factor de riesgo el hecho de tener el primer hijo después de los 30 años”, explicó Mirella Loustalot.

De acuerdo con la especialista de la Secretaría de Salud, es por esa razón que el amamantar es un factor protector ya que con esta acción se suspende también la producción de estrógenos.

“El cáncer de mama es un cáncer del desarrollo, al tener mejores condiciones de alimentación, mejores condiciones de vida, al tener comida más industrializada, todos estos son factores que están influyendo, por eso los países en desarrollo tienen las incidencias más altas, que no las mortalidades más altas, y son elementos que tenemos que tomar en cuenta.”

Cada año en México se diagnostican, en promedio, 14 mil nuevos casos de cáncer de mama. Desde 2006 cuando desplazó al cérvico-uterino, hasta la fecha, es el cáncer que más mata a las mujeres, cinco mil 142 mexicanas tan sólo el año pasado.

En Coahuila, Colima, Nuevo León, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y el Distrito Federal se registran las tasas más altas de mortalidad mientras que en Oaxaca, Quintana Roo, Tlaxcala, Aguascalientes y Chiapas las más bajas, lo que se explica, a decir de los especialistas, por los determinantes sociales de cada región.

Pero el cáncer de mama no es una situación particular de nuestro país. En el mundo este es el tumor maligno más frecuente entre las mujeres. La diferencia entre México e Inglaterra, por ejemplo, que tiene la mayor incidencia de casos es que allá se detectan a tiempo, mientras que aquí siete de cada diez llegan a los servicios de salud cuando ya es demasiado tarde.

Para la doctora Loustalot en la última década se ha logrado por lo menos visibilizar el tema a través de diversas campañas.

Falta, sin embargo, dar el siguiente paso, y lograr un cambio de conducta, es decir, hacer que la mujer ya no sólo sepa que el cáncer de mama existe, sino que esté consciente de que le puede dar y por ende se autoexplore y acuda revisión.

Laura Toribio
2012-10-19 03:24:00
EXCELSIOR

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