viernes, 9 de septiembre de 2011

¿Es un simulacro? Las llamadas durante el ataque a las Torres

Las autoridades federales no creyeron en las llamadas de auxilio de los pilotos y pensaron que se trataba de una simulacro

Elizabeth L. Alexander/ Especial: http://www.excelsior.com.mx/index.php?m=nota&id_nota=767221



NUEVA YORK, 9 de septiembre.- Parte de las conversaciones mantenidas por controladores aéreos, pilotos y autoridades militares durante el ataque contra las Torres Gemelas 9/11 reflejan el caos y terror que se produjo durante los atentados, según se desprende de las grabaciones divulgadas ayer por primera vez sin censuras.

“¿Puedes mirar por tu ventana? ¿Ves a una persona (por el piloto de un avión) a unos cuatro mil pies? ¿Te parece también está bajando al edificio?”, pregunta una persona no identificada a un trabajador del centro que controla por radar el tráfico aéreo de Nueva York, según una de las grabaciones.

La persona que hablaba con la torre de control quería saber qué tipo de avión era, pero no hubo tiempo de que le facilitaran el dato porque el vuelo 175 de United embistió en ese momento contra la Torre Sur del World Trade Center, según las transcripciones recopiladas por la Universidad de Rutgers y publicadas por The New York Times.

“Otro avión ha chocado contra el edificio. ¡Caramba!. Otro acaba de chocar. Otro acaba de chocar contra el World Trade”, se escucha de fondo en la grabación, en la que se puede oír también a personas gritando, en el mismo momento en que el segundo avión impactó contra la segunda de las Torres Gemelas.

Las grabaciones ofrecen un relato minuto a minuto del periodo comprendido entre el secuestro de los cuatro aparatos involucrados en los atentados y el momento en que se estrellaron contra las Torres Gemelas en Nueva York, el Pentágono en Washington y un campo del estado de Pensilvania.
Las conversaciones, parte de cuyo contenido ya había sido hecho público con anterioridad, evidencian que las autoridades no estaban preparadas para unos ataques de tal magnitud y demuestran el caos de aquellos fatídicos minutos entre los controladores, que no sabían qué pasaba con los aviones, dónde estaban ni adónde se dirigían.

Por ejemplo, cuando la torre de control del aeropuerto de Boston advirtió “tenemos, esto, un problema. Tenemos un avión secuestrado de camino a Nueva, Nueva York, y necesitamos que alguien despache unos F-16 o algo para ayudarnos”, la respuesta de las autoridades federales fue: “¿Esto es real o un ejercicio?”.

Según otra de las grabaciones, un controlador aéreo de la Gran Manzana quería saber si la Administración Federal de Aviación (FAA) estaba coordinando la situación para enviar cazas a perseguir los aparatos secuestrados, e incluso derribarlos. “La cosa se está complicando y necesitamos que se involucren los militares”, alertó.

Un oficial del FAA se limitó a preguntar, “¿Por qué? ¿Pasa algo?”, a lo que el controlador sentenció: “Ponme con alguien que tenga la autoridad para poner en el aire a los militares, ya.”
De las transcripciones sólo se eliminaron dos conversaciones. La primera, por respeto a las familias de los pasajeros, recoge los mensajes de socorro de dos azafatas del vuelo 11 de American Airlines, que esa mañana había despegado de Boston rumbo a Los Ángeles, pero terminó chocando contra la Torre Norte.

El segundo segmento, censurado por razones de seguridad nacional, es una grabación secreta de una reunión entre el entonces vicepresidente, Dick Cheney, el ex secretario de Defensa Donald Rumsfeld y el general Richard Myers, que en ese momento encabezaba la Junta de Jefes de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.

“La historia de aquel día, del 9/11, está mejor contada en las voces del 9/11”, declaró al diario neoyorquino el coronel retirado Miles Kara, quien ayudó a la universidad a clasificar las conversaciones y colaboró con la comisión parlamentaria oficial que investigó los atentados.
Kara auxilió a su compañero en la Comisión del 11-S, John Farmer, a rastrear los documentos en los Archivos Nacionales, que estaban completos en 2004 pero que no pudieron ser publicados antes de que el panel terminara ese año sus trabajos porque todavía no contaba con autorización legal para divulgarlos en su totalidad.

Investigan amenaza

Estados Unidos investigaba ayer una amenaza creíble en su territorio antes del décimo aniversario el domingo de los ataques del 11 de septiembre.

El presidente Barack Obama fue informado sobre la amenaza que podría involucrar a Washington o Nueva York, anunció en un primer momento la cadena Fox News. La cadena NBC añadió que se estaba discutiendo sobre un eventual aumento del nivel de alerta terrorista en Estados Unidos.

Obama: no nos asustaron

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó ayer en una columna de opinión que los autores de los atentados del 11 de setiembre de 2001 no habían logrado aterrorizar a su país y que hoy estaban debilitados.

“Los autores de esos atentados querían aterrorizarnos, pero no dan la talla frente a nuestra resistencia. Hoy, nuestro país es más seguro y nuestros enemigos más débiles”, aseguró Obama en un texto publicado en el sitio de internet del diario USA Today.

Cuatro meses después de la eliminación del jefe de Al-Qaeda en una operación comando estadunidense en Pakistán, Obama afirma que “a pesar de que se ha hecho justicia con Osama bin Laden y Al-Qaeda está siendo derrotada, jamás debemos cesar en la tarea de proteger a nuestro país”.
Aseguró que esperaba que al conmemorar un día “en el que otros intentaron dividirnos, podamos reencontrar el sentido de un objetivo común que nos ha unido hace diez años”.

“Nunca dejé la Zona Cero en diez años”

“Estoy ahí todos los días, podría decirse que nunca deje la Zona Cero en diez años. Es un poco diferente para mí, no sólo mi hijo fue asesinado, sino varios de mis 80 a 100 buenos amigos también murieron ahí”, dijo Lee Ielpi a Excélsior, un bombero retirado de la ciudad de Nueva York cuyo hijo Jonathan, también bombero, murió en las Torres Gemelas.

A diez años de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, los estadunidenses aún viven un duelo de una tragedia nacional que le costó la vida a 2,753 personas. Entre ellos, 343 bomberos, 8 paramédicos y 60 oficiales de policía de la ciudad de Nueva York y la estación Port Authority.

El 11 de septiembre de 2001, Lee Ielpi recibió una llamada de su hijo Jonathan para que encendiera el televisor, lo que Ielpi vio fue el ataque a la Torre Norte del WTC, sin saber que esa sería la última llamada que recibiría de Jonathan.

“Después de la llamada, tomé un tiempo para pensar, y decidí que iría a ayudar, aún sin saber que se trataba de un ataque terrorista”, dijo Ielpi. Su hijo Jonathan de 29 años, casado y con dos hijos, atendió a la Torre Norte con la compañía de bomberos escuadrón 288. Lee Ielpi llegó a la Zona Cero menos de media hora después de que la Torre Norte colapsara.

“Al colapsar la torre, mi misión cambió de ayudar a heridos a buscar a mi hijo Jonathan, quien fue asesinado el 11 de Septiembre”, explica Lee Ielpi. Le tomó tres meses, pero el 11 de diciembre, finalmente encontró el cuerpo de su hijo. La compañía de bomberos permitió y esperó a Lee y a su otro hijo, Brandon, también bombero, para que ellos sacaran el cuerpo.

A pesar de haber cumplido la misión de encontrar a su hijo, Lee Ielpi permaneció como voluntario.
“Mi hijo era mi misión y después de encontrarlo, no pude irme porque había otros padres buscando a sus hijos. Así que me quedé en el trabajo de recuperación por nueve meses”, platica Ielpi.

En 2004, la Zona Cero era sólo un hoyo. Lee Ielpi junto con la Asociación de Familias del 11 de septiembre observaron que había personas visitando a diario la Zona Cero.

“Vimos a la gente, vimos que había una necesidad para que esta gente pudiera comprender lo que le había pasado a personas maravillosas durante el 11 de Septiembre. Fue así como el sueño y deseo por un centro para hacer homenaje 9/11 comenzó”, dijo Lee Ielpi.

A través del “Centro de Homenaje a Visitantes del WTC”, se busca unir y apoyar a las víctimas del terrorismo mediante la incorporación de toda la comunidad –las familias, sobrevivientes, residentes, trabajadores de rescate y voluntarios afectados por el 11 de septiembre de 2001.

Esta organización, cuya finalidad es formar un lugar apropiado para el recuerdo, pensamiento y aprendizaje del 11 de septiembre, consta de 20 trabajadores de tiempo completo, 50 trabajadores de medio tiempo y guías que son voluntarios.

“Hemos entrenado a más de 470 guías que vienen de lo que llamamos la comunidad 11 de septiembre” explica Lee Ielpi. Los guías hablan de sus experiencias durante ese trágico día y su percepción del 11 de septiembre a través del tiempo, lo cual es terapéutico para ellos.

“Es bueno para los guías que hablen de sus experiencias y bueno para los visitantes escucharlos”, asegura Ielpi. El Centro de Homenaje ha sido visitado por 2.3 millones de personas.

El Centro de Homenaje es un buen lugar para visitar ya que todo lo que se ve, lee o escucha refleja a las personas que fueron impactadas por el 11 de septiembre. “Queremos que te vayas con un pensamiento positivo a donde quiera que vayas. Queremos que pienses que puedes hacer la diferencia. Somos nosotros los que podemos hacer mañana un mundo mejor”, afirma Ielpi.

“Aún después de diez años, tenemos un camino largo que seguir, por lo que hizo el grupo radical. Necesitamos hablar de educación, por que hay personas musulmanas maravillosas, sólo que una pequeña fracción de los llamados extremistas ocasionaron daños. Cuando hablamos de educación tenemos que saber quien lo hizo”, sostiene.

Lee Ielpi continua: “Hemos mandado soldados a la guerra, se trata de justicia del hombre. Necesitamos encontrar a las personas que cometieron una atrocidad con nosotros. No tengo ningún problema diciendo que la justicia es el final del proceso. Es fácil decir que no comiences una guerra, pero cuando eres atacado, tienes que defenderte.”

Acerca de la muerte de la muerte de Osama bin Laden, Ielpi comenta que “estaba complacido, esto demuestra al mundo terrorista que no vamos a darles nuestra libertad. Pueden intentar lastimarnos, pero los encontraremos. Espero que esto le haya dado confort a amigos y familias que perdieron a un ser querido durante los atentados”.

Lee Ielpi menciona que “no sólo para mis nietos ha sido difícil la pérdida de su padre, sino para todos lo niños. Del Departamento de bomberos, cerca de 600 niños perdieron a un padre y muchos más están sin un padre o una madre. Para los niños es difícil porque no puedes alejarte de los atentados. Todos los días el 11 de septiembre se menciona.

“Educación es lo que necesitamos, lo más importante es educar a nuestros niños con buena educación y buenos valores familiares para que podamos tener un mañana mejor ya que todos lo deseamos”, concluye Lee Ielpi quien desarrolló un tipo de leucemia tras haber sido voluntario en el trabajo de recuperación.

Compañías aún no se reponen

Una década después de los atentados del 11 de septiembre, American Airlines (AMR), operadora de dos de los vuelos secuestrados ha tenido un declive en ingresos. Inicialmente, debido al daño de su imagen ocasionado por los atentados y posteriormente por la recesión económica de Estados Unidos.
La mañana del 9/11, cuatro aviones con vuelos comerciales de las aerolíneas American Airlines y United Airlines fueron secuestrados por 19 individuos pertenecientes al grupo radical Al-Qaeda. Los secuestradores estrellaron intencionalmente el vuelo 11 de American Airlines y el vuelo 175 de United Airlines contra las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York.

El vuelo 77 de American Airlines se estrelló contra el Pentágono, sede del Departamento de Defensa de EU en Arlington, Virginia. El cuarto y último, el vuelo 93 de United Airlines, se estrelló en un campo cerca de Shanksville, Pennsylvania, impidiendo que éste llegara a su objetivo previsto, en Washington, DC ya que sus pasajeros recuperaron el control del avión.

Las secuelas del 9/11 dejaron a la industria aérea estadunidense tambaleándose así como el número de personas que viajaban y cayeron en picada, sus finanzas también mejaron. AMR despidió a 20 mil de sus empleados, en el año 2001 y en años posteriores, de acuerdo al periódico The LA Times.
AMR pasó la primera mitad de la década en la corte de bancarrota. Finalmente, los altos ejecutivos concluyeron a finales de 2002, que se tendría que reducir los gastos anuales de AMR en cuatro mil millones de dólares si se quería mantener la solvencia.

UAL realizó cortes más profundos que afectaron a otras aerolíneas de la misma matriz como Delta Air Lines Inc. y Northwest Airlines Corp., y EU Airways Group Inc.

Entre 2002 y 2005, estas compañías entraron en corte de bancarrota para seguir con vida. Cada compañía salió de la bancarrota algunos años más tarde, con salarios más bajos y beneficios menores para los empleados.

Según el periódico LA Times, hoy en día, ejecutivos de AMR aseguran que la compañía tiene una desventaja laboral equivalente a 800 millones de dólares , en comparación con el resto de la industria.

Con información de EFE y AFP
Visita el Especial: 11 de Septiembre, a diez años
2011-09-09 05:00:00

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