martes, 9 de octubre de 2012

Sufre desnutrición octava parte de la población mundial

El reporte fue publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).




Roma. Cerca de 870 millones de personas, una octava parte de la población mundial, padecían desnutrición crónica en el periodo 2010-2012, de acuerdo con un informe de varios organismos de Naciones Unidas (ONU) divulgado hoy en esta capital.
Aunque en el mundo disminuyó el número de personas con hambre, en los países desarrollados creció al pasar de 13 millones de personas en el periodo 2004-2006 a 16 millones en 2010-2012, mientras en África en los últimos cuatro años hubo otros 20 millones de desnutridos.

El reporte fue publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Bajo el título “El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2012” (SOFI, por sus siglas en inglés), presenta estimaciones más precisas sobre la desnutrición crónica basadas en una metodología mejorada y datos de las últimas dos décadas.

La gran mayoría de las personas que padecen hambre, 852 millones, vive en países en desarrollo -alrededor del 15 por ciento de su población- mientras que 16 millones de personas están subnutridas en los países desarrollados.

El número total de personas con hambre disminuyó en 132 millones entre 1990-1992 y 2010-2012, lo que equivale a pasar de 18.6 por ciento a 12.5 por ciento de la población mundial, y del 23.2 por ciento a 14.9 por ciento en los países en desarrollo.

Con ello, según el informe, la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) estaría al alcance si se adoptan las medidas adecuadas.

La cifra de víctimas del hambre disminuyó de forma más pronunciada de lo que se creía entre 1990 y 2007. Desde 2007-2008, sin embargo, el progreso global en la reducción del hambre se ha ralentizado y estabilizado.

“En el mundo actual de oportunidades sin precedentes tecnológica y económicamente, nos parece inaceptable que más de 100 millones de niños menores de cinco años tengan falta de peso”, afirmaron José Graziano da Silva, Kanayo F. Nwanze y Ertharin Cousin, al frente respectivamente de la FAO, el FIDA y el PMA.

En el prólogo del informe, señalaron también como totalmente inaceptable que la desnutrición infantil provoque la muerte de más de 2.5 millones de niños cada año.

Los nuevos cálculos sugieren que el aumento del hambre durante el periodo 2007-2010 fue menos grave de lo que se pensaba. La crisis económica de 2008-2009 no provocó de forma inmediata una fuerte desaceleración económica en muchos países en desarrollo.

El impacto de los precios internacionales de los alimentos en los mercados nacionales fue menos pronunciado de lo asumido en un primer momento, y muchos gobiernos lograron amortiguar los choques y proteger a los más vulnerables de los efectos del alza de precios.

"Si la reducción media anual del hambre de los últimos 20 años continúa hasta 2015, el porcentaje de desnutrición en los países en desarrollo alcanzaría 12.5 por ciento. Todavía por encima de la meta del ODM del 11.6 por ciento, pero mucho más cerca de lo que se pensaba", señaló el informe.

Por regiones, la desnutrición en los dos últimos decenios disminuyó casi 30 por ciento en Asia y el Pacífico, de 739 millones a 563 millones de personas, debido principalmente al progreso socioeconómico de muchos países de esa región.

Latinoamérica y el Caribe también han progresado, pasando de 65 millones de personas con hambre en 1990-1992 a 49 millones en 2010-2012.

África fue la única región donde el número de personas desnutridas aumentó en el período citado, pasando de 175 millones a 239 millones, con casi 20 millones sumados en los últimos cuatro años.

Las regiones desarrolladas también han visto aumentar el número de personas que pasan hambre, de 13 millones en 2004-2006 a 16 millones en 2010-2012, revirtiendo una tendencia constante a la disminución en los años anteriores, desde 20 millones que se calculaban en 1990-1992.

El informe subrayó que el desarrollo general es necesario, pero no suficiente para una reducción sostenida del hambre.

El crecimiento agrícola es particularmente eficaz en la reducción del hambre y la desnutrición en los países pobres, ya que la mayoría de los pobres dependen de la agricultura y las actividades asociadas para al menos parte de sus medios de subsistencia.

El desarrollo agrícola que involucre a los pequeños productores, especialmente a las mujeres, será más eficaz en la reducción de la pobreza extrema y el hambre al generar empleos.

Notimex
Publicado: 09/10/2012 13:50
LA JORNADA

 

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