jueves, 13 de octubre de 2011

Guadalajara panamericana, ciudad de pactos


Antes de entrar a su patrulla miró por encima de su hombro para estar seguro de que no había nadie sospechoso a su alrededor; eran las siete de la mañana, como todos los días se persignaba frente a la imagen de San Judas Tadeo que tiene en su cartera para que lo protegiera en su día de labor.

Con indicativo “Gris”, es conocido dentro de la Secretaría de Seguridad Pública de Jalisco, cuya sede se encuentra en la calle de Libertad en la colonia Centro de Guadalajara; él es un mando de la policía estatal, diariamente recorre la capital del estado en su unidad, por eso se le modificó su indicativo para evitar represalias.

Mira de reojo el espejo retrovisor de su camioneta, comenta “aquí no hay tanta inseguridad, ni violencia; esa se da en los limites con Tlaquepaque, Zapopan y la zona metropolitana en general”.
¿Y eso por qué? Se le pregunta. Guarda silencio por un momento, mientras comienza a circular por la avenida Vallarta; me observa de reojo entre sus gafas oscuras, el silencio se prolonga por algunos minutos.

El semáforo marca rojo, detiene la marcha de su unidad al momento que menciona, “aquí en Guadalajara no hay violencia por una sencilla razón, en esta ciudad todos lo saben e incluso las propias autoridades municipales y estatales; aquí viven familiares de los pesados del cártel del Sinaloa”.

Agregó “Para nadie es un secreto que familiares del Ismael “El Mayo” Zambada y de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo” Guzmán viven en Guadalajara, incluso los propios vecinos de Colinas de San Javier, aseguran que Ignacio “Nacho” Coronel vivió durante años en la zona, antes de ser abatido”.

En Jalisco hay una especie de “pacto” entre las organizaciones criminales, un pacto entre los narcomenudistas y corporaciones policiacas para evitar que la violencia crezca y se expanda.
Sin embargo, el abatimiento de Ignacio “Nacho” Coronel, que de acuerdo a las investigaciones realizadas por el área de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), que tenía su base de operaciones en la capital del estado de Jalisco, generó una escalada de violencia por la disputa del mando y de la plaza.

La información con la que contó el Ejército antes del abatimiento de “Nacho” Coronel es que este capo de la mafia mexicana, tejió y llegó a un acuerdo con autoridades estatales mediante la cual se podía operar en la compra, distribución, producción y venta de drogas a cambio de protección y de colaborar para mantener la plaza más o menos tranquila, sin violencia desbocada.

A cambio ponía su red de seguridad a disposición de la policía estatal para dar información y ubicar a grupos de sicarios y de otros cárteles del narcotráfico cuando pretendieran asentarse en la zona metropolitana de Guadalajara.

Entre las redes de corrupción que se extendieron en Guadalajara, se encuentra la eficacia de sus halcones que involucran aún a policías municipales y estatales; es por ello, que antes y durante el operativo para capturar a “Nacho” Coronel por parte de las fuerzas especiales del Ejército no se pidió el apoyo al gobierno del estado, ni a sus corporaciones para evitar la fuga de información.

Las investigaciones que realizan hasta el momento las áreas de inteligencia del gobierno federal, después de la muerte de uno de los principales líderes de la organización delictiva de Sinaloa (Ignacio Coronel), la plaza de Guadalajara está dentro de las mejores en el país, debido a que no están en el esquema de violencia, cómo es el caso de Ciudad Juárez, Torreón, Morelia, Cuernavaca, Zacatecas y otras regiones de sus respectivos estados que entraban en una espiral de violencia que ha envuelto al país.

La violencia que se vive en este momento es hacia el norte del estado, en los municipios colindantes de Jalisco con Aguascalientes por la disputa del territorio entre las células de las organizaciones delictivas de Los Zetas y su alianza con la Resistencia contra el cártel del Pacifico y su brazo armado el cártel de Jalisco Nueva Generación.

A principios del 2010 se inició una especie de guerrilla urbana en los municipios del norte del estado (en este caso los Zetas), en Puerto Vallarta y en la región de Tequila, o desde la frontera con Michoacán hasta llegar a Jocotepec (en el caso de La Familia michoacana).

Solo se tienen que revisar las detenciones, ejecuciones y narcobloqueos de inicios del año en curso que se registran en la zona metropolitana de Guadalajara por intentos de algunas células antagonistas de cártel del Pacifico que intentan entrar a la capital del estado.

La violencia se recrudeció con el levantamiento del hijo de Nacho Coronel en Puerto Vallarta y asesinado en Nayarit. La respuesta de no se hizo esperar y a su vez, la respuesta de los Zetas o quienes hayan sido los responsables de la muerte del hijo del capo.

En Guadalajara todos los ciudadanos lo saben e incluso dentro del recinto Congreso estatal, los legisladores como es el caso del diputado del Partido Revolucionario Institucional, Sergio Chávez Dávalos, han solicitado desde la tribuna el apoyo a la federación para bajar la violencia que se vive al norte del estado.

A su vez, de acuerdo a Chávez Dávalos dio su voto para aprobar la compra de un helicóptero Black Howk en 185 millones de pesos para la labor de sobrevuelos en su lucha contra el crimen organizado.
Entre las zonas de mayor peligrosidad se encuentra Tlajomulco, a escasos minutos de Guadalajara, en donde se refugian diversas células enemigas del crimen organizado.

Enrique Alfaro, presidente municipal de Tlajomulco, solicitó en diversas ocasiones al gobernador Emilio González el apoyo para que enviara seguridad, pero por ser un municipio perredista en un gobierno priísta, la solicitud fue desechada.

“Sí hay violencia y crimen organizado en el municipio, pero no es tan alto como en otros estados, aún así los enfrentamientos generan pánico entre los pobladores, esperemos que con las cámaras de seguridad que instalarán en los próximos días en la periferia del municipio se pueda reducir la violencia”, aseveró el policía estatal.

Es un hecho de que en Jalisco las cosas no están bien, de acuerdo al Sistema Nacional de Seguridad Pública en las estadísticas de enero-agosto del presente año, los delitos de mayor impacto del fuero común son: robo con violencia a casa habitación, negocio, vehículo, transportista y transeúnte.

Estos delitos son confirmados por el presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Jalisco, Miguel Alfaro Aranguren, quién señala que en los últimos meses se ha disparado el robo de transporte de carga y negocios.

“Es un hecho que la delincuencia alcanzó a los agremiados, se ha disparado el robo en los establecimientos y más en el transporte de carga. Solicitamos a las autoridades del gobierno federal, claro también al estatal que nos ayude, no podemos seguir viviendo así”.

En el tema del crimen organizado, Alfaro Aranguren confía en que las autoridades federales que resguardaran los Juegos Panamericanos se queden en la entidad para evitar que la violencia crezca como en los estados vecinos de Nuevo León y Aguascalientes.

INVESTIGACIÓN ESPECIAL Andy Novell F. http://www.elarsenal.net/2011/10/13/investigacion-especial-guadalajara-panamericana-ciudad-de-pactos/

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