domingo, 2 de septiembre de 2012

Jesús Murillo Karam, artífice del triunfo presidencial

 Autor intelectual de la imagen de campaña de Enrique Peña Nieto, el ex senador y ex gobernador colocará la banda tricolor al próximo titular del Ejecutivo


 

 

CIUDAD DE MÉXICO, 2 de septiembre.- El priista Jesús Murillo Karam no es quien más tiempo tiene de conocer al Presidente electo Enrique Peña Nieto, pero sí integra el círculo más cercano al de los triunfos del tricolor en el Estado de México y el 1 de julio.

Murillo Karam es el diseñador de la imagen fresca, alineada y sin corbata de Peña Nieto.

El próximo 1 de diciembre, durante la sesión general de Congreso, Felipe Calderón Hinojosa entregará la banda presidencial al presidente de la Cámara de Diputados, Murillo Karam, para que él a su vez la imponga al nuevo mandatario: Enrique Peña Nieto.

En ese acto protocolario que marcará el inicio del nuevo sexenio, el futuro Presidente de México será investido por uno de los suyos, su correligionario y amigo, quien el pasado 29 de agosto fue elegido para estar al frente de la mesa directiva de San Lázaro.

De la mano hacia el Estado de México

De ascendencia libanesa, el ex gobernador de Hidalgo, de 65 años de edad, no es de los políticos con más años de conocer al Presidente electo, pero, en cambio, forma parte del grupo compacto que consolidó los triunfos de Peña Nieto en el Estado de México y en la Presidencia.

En 2005 las encuestas advirtieron que el PRI se encaminaba a la derrota en el Estado de México. El partido estaba dividido y la oposición era fuerte.

Enrique Peña Nieto se acercó a un político de experiencia que aceptó coordinar el plan de campaña: Jesús Murillo Karam, quien no sólo lo ayudó a ganar dos a uno la gubernatura mexiquense, sino que desde entonces se convirtió en su principal asesor y fue el estratega detrás de los reflectores en la reciente campaña presidencial.

En ese año, Murillo Karam fue el delegado del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI para el Estado de México, atendiendo la propuesta hecha por Alfredo del Mazo, también cercano a Enrique Peña Nieto

“Fue impresionante ese encuentro –evoca uno de sus protagonistas-, Peña se encontraba animado, sí, pero consciente de que todo era cuesta arriba y hacer frente a Rubén Mendoza Ayala, candidato del panismo que le llevaba tres años de campaña desde la presidencia municipal de Tlalnepantla, pero al que le pusimos en la suya… con 25 puntos por delante”.

En esa campaña, Murillo Karam le pidió una sola cosa a Enrique Peña Nieto: colaboración plena para lograr la gubernatura mexiquense.

“Le quitó la corbata. Le hizo una imagen fresca, radiante, popular. Que se comprometiera con el pueblo… Así fue luego seis años después con quien será Presidente de los mexicanos”, comentó un cercano colaborador del ahora diputado.

Como él lo viviera cuando fue gobernador de Hidalgo (1993-1998), Murillo Karam hizo que Peña se arremangara la camisa y atendiera directamente a la gente.

Amante de la literatura, Murillo Karam es un hombre de palabras directas. Irónico en ocasiones. Con rostro duro, pero afable y bromista en su trato cercano. Desde el PAN y desde el PRD, con todas sus corrientes, le reconocen ampliamente como un político que sabe cumplir su palabra.

“Si Jesús Murillo te dice blanco, es blanco. Es un político serio, que respeta mucho su palabra”, dice el panista Alejandro González Alcocer, quien durante seis años fue de los senadores que acordó con él temas difíciles.

“Es un hombre que sabe escuchar y sabe ceder, pero sin distorsionar sus objetivos. Confía en su equipo y cumple su palabra”, añade Tomás Torres, quien también en el Senado tejió muchos acuerdos con él, en medio, muchas veces, de momentos tensos, de casi ruptura.

Murillo comenzó sus actividades políticas muy joven. Desde 1970, a los 23 años de edad, se afilió al PRI y se dice orgulloso de ser el primer gobernador de su entidad egresado de la Universidad Autónoma de Hidalgo, donde se tituló como licenciado en Derecho.

Se levanta en Real del Monte

Como estudiante de preparatoria, el hoy presidente de la Cámara de Diputados encabezó una movilización ciudadana en su pueblo natal, Real del Monte, para exigir a las autoridades, todas priistas, que atendieran las demandas de la población. Desde ese momento Murillo fue apreciado en su tierra.

Y es que Jesús Murillo viene de una familia de migrantes que vivieron momentos de difícil situación económica. María Karam, su madre, los sacó adelante a él y a sus siete hermanos: José, Jaime, Édgar, Marlén, Georgete, Patricia y Diana, de vender en los camiones urbanos.

Cuando Jesús Murillo Karam habla de sus recuerdos de familia, el rostro duro que lo caracteriza se suaviza de inmediato. Uno de los momentos que más guarda con emoción fue cuando se convirtió en gobernador de Hidalgo; ver la mirada de orgullo de su madre, la mujer que más ha admirado en su vida, le significó una felicidad que todavía disfruta cuando evoca el momento.

Eso marcó al ahora presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados y lo convirtió en un hombre que admira y reconoce el talento intelectual de las mujeres. De hecho, en su primer círculo de trabajo las mujeres tienen un lugar destacado. Mariana Benítez y Araceli Gómez son las mujeres que le ayudan a atender todos los temas en los que está involucrado.

Murillo Karam ocupó su primer cargo de alto nivel en la política en 1975 cuando fue subprocurador de Justicia en su estado, durante la gubernatura de Jorge Rojo Lugo.

Al salir de Palacio de Gobierno, Rojo Lugo se llevó a su amigo y colaborador como secretario auxiliar a la Secretaría de la Reforma Agraria, en la que Murillo Karam se curtió aceleradamente en el quehacer político.

Luego, tras un furtivo paso como secretario general de Gobierno de Hidalgo, Murillo fue postulado y ganó su primera diputación federal en la LI Legislatura. Corría el final de la década de los setenta. Ahí empezó a trabajar dentro de la estructura central del PRI como subsecretario de organización, delegado del CEN en Durango, secretario de Organización en el CEN del DF entre 1980 y 1985.
Con su estilo salieron sus sucesores al frente del gobierno de Hidalgo: Manuel Ángel Núñez, Miguel Ángel Osorio Chong y Francisco Olvera, y otros políticos del priismo como David Penchyna, Omar Fayad, Jorge y José Antonio Rojo.

Su reconocida característica de tejedor de acuerdos políticos lo llevó, por ejemplo, a ser uno de los funcionarios de la Secretaría de Gobernación que en 1999 dialogó con los dirigentes del Consejo General de Huelga (CGH) de la UNAM, para tratar de lograr el acuerdo que a fin de cuentas concluyó con un ingreso sin golpes ni represión de la entonces Policía Federal Preventiva a las instalaciones de la principal universidad pública del país, en huelga desde hacia casi un año.

En octubre de 2006, cuando el estado de Oaxaca estaba convulso por las acciones de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), Murillo Karam subió a tribuna del Senado y emitió un discurso sobre el respeto a los estados.

Mostró su oficio político y logró un acuerdo para contener la violencia en la entidad. Ese es el empeño del ex senador, ahora presidente de San Lázaro.

Luego del éxito que obtuvo como delegado del CEN del PRI para el Estado de México en 2005, donde fue copartícipe del triunfo en la gubernatura de Enrique Peña Nieto, Murillo Karam ocupó la secretaría general del PRI, acompañando a la dirigente Beatriz Paredes.

“Peña Nieto le debe mucho a Chucho”, refiere uno de sus más cercanos colaboradores. Pero el hidalguense no quiere puestos o reconocimientos. O no exhibe sus ambiciones.

Su filosofía es más sencilla: “siempre estar en la jugada, sin mucho ruido y con muchas nueces”.

Relevos sexenales

Tradicionalmente, el presidente de la Cámara de Diputados entrega la banda presidencial al futuro mandatario:

La ex priista de Colima Socorro Díaz Palacios dio la banda al ex presidente Carlos Salinas de Gortari en 1998.

La entonces diputada del tricolor Carlota Vargas Garza entregó el lienzo al entrante Ernesto Zedillo, en 1994.

El legislador panista Ricardo García Cervantes colocó la banda presidencial al ex mandatario Vicente Fox.

Finalmente, el legislador del blanquiazul Jorge Zermeño entregó el distintivo al hoy saliente Felipe Calderón.
 
2012-09-02 03:52:00
Leticia Robles de la Rosa y Jaime Contreras con información de Héctor Figueroa
EXCELSIOR

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