sábado, 22 de septiembre de 2012

Rechaza Pemex que sean más de 30 las víctimas de la explosión en Reynosa

Familiares de tres trabajadores exigen que se los entreguen vivos o muertos
La petrolera y PGR instalaron un centro de atención; reportan 14 hospitalizados en Monterrey

Foto
Familiares de trabajadores afuera de las instalaciones de gas de Pemex en Reynosa
Foto Reuters
 
 
Petróleos Mexicanos (Pemex) rechazó las versiones en torno a que hay trabajadores desaparecidos adicionales a los 30 fallecidos, a consecuencia del incendio del pasado miércoles en el Centro Receptor de Gas y Condensados en Reynosa, Tamaulipas. Precisó que entre los trabajadores que perdieron la vida hay algunos que aún no han sido identificados.
 
Por su parte, familiares de dos obreros desaparecidos durante la explosión se manifestaron esta tarde en el entronque del boulevar Morelos con el puente Álvaro Obregón –también conocido como el puente de la muerte– en Reynosa Tamaulipas, exigen que les devuelvan a Javier, Bruno y Ángel Carlos. Mientras a 300 metros de lugar de la protesta peritos del Procuraduría General de la República (PGR) hacían maniobras en el Semefo de Reynosa.

A las 16 horas del viernes la madre de Bruno Ulises Avendaño Rojas y la esposa de Héctor Javier Ramírez, con pancartas, improvisaron una manifestación frente al monumento conocido con El Sello. Exigieron a las empresas contratistas de Pemex, Iamsa e Incorsa, les entreguen vivos o muertos a sus familiares. Lo mismo hizo la esposa de Ángel Carlos Marie Morales, pero al aire en una estación de radio de esta ciudad.

Rubí Rojas Cárdenas aseguró que el día de la explosión su hijo portaba un overol color naranja y refirió rumores de trabajadores de otra empresa de que fue auxiliado junto con 10 víctimas más.
Por ese motivo dijo que su hijo Erik encabeza desde ayer una cuadrilla de amigos y familiares, pero que entre los matorrales y las brechas de la zona no han localizado a Bruno. Apuntó que ella protesta porque tienen información de que los cuerpos fueron llevados a hospitales foráneos, pero que las empresas particulares y Pemex no quieren informar.
 
Entre las manifestantes estaba Patricia Galván, de 34 años, madre de tres hijos de 14, nueve y tres años, esposa de Héctor Javier Ramírez, de 38 años, con cargo de jefe de cuadrilla de la empresa Iamsa. Dijo que han recorrido todos los hospitales y el nombre de su esposo no figura en las listas de Pemex ni de las empresas particulares. La cuadrilla de Javier estaba encargada de limpiar líneas, pintar ductos y tuberías. A Pemex le exigimos que se ponga a buscar y que no se den por vencidos y a la PGR que agilice las pruebas para que nos entreguen a mi esposo.

Narra que en un principio le ganó la depresión, pero decidió salir a la calle a buscarlo, lo mismo en hospitales que en su campo de trabajo. Pero no descansaré; mis hijos me lo están pidiendo. Y la empresa me llamó hoy, pero para entregarme el cheque de la semana. Yo no quiero dinero ni busco la indemnización. Pasarán mil años y seguiré en busca de Javier. La manifestación duró una hora y media.

Tres horas antes, la señora Lesly Flores llamó a la estación Radio Avanzado para exigir a las empresas que le devuelvan o le digan dónde está su esposo Ángel Carlos Marie Morales.

Por otra parte, en un comunicado conjunto la PGR, Pemex y las empresas contratistas informaron que se instaló un módulo de atención a los familiares de los fallecidos y desaparecidos.

En el servicio médico forense (Semefo) hay una unidad con los restos de las víctimas y un grupo de peritos practicaron exámenes de ADN y traslado de cuerpos.

Pemex indicó que todavía permanecen cuatro trabajadores hospitalizados de Pemex. También 14 empleados de empresas privadas, de los cuales cuatro son atendidos en Monterrey, Nuevo León. Fue dada de alta Guadalupe Mendiola Barbosa.

Martín Sánchez Treviño e Israel Rodríguez
Corresponsal y reportero
Periódico La Jornada
Sábado 22 de septiembre de 2012, p. 23

 

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