sábado, 4 de febrero de 2012

Allanan casa de teniente de Marina por declaraciones a Proceso

MÉXICO, D.F. (apro).- Un grupo de hombres armados allanó esta madrugada el domicilio particular de la teniente de fragata y odontóloga de la Marina Armada de México, Elvia Emilia Eguileta Arias, quien cobró notoriedad al denunciar abiertamente violaciones a sus derechos humanos, así como pronunciarse en contra del fuero de guerra.

Durante las primeras horas de este viernes, un grupo de hombres armados ingresó a su hogar ubicada en la colonia Unidad Nacional de Tampico Tamaulipas. En el interior de la vivienda se encontraba su hija, Emely Castillo Eguileta, una universitaria a quien los sujetos despojaron de teléfono celular y equipo de cómputo.

La teniente Eguileta forma parte del Agrupamiento de Militares Libres Bajo Caución de la Primera Región Militar (AMLBC), cuyos miembros deben pasar lista todas las mañanas en las instalaciones del Campo Militar Número Uno de esta
ciudad.

Ella, como otros oficiales de la Marina y el Ejército que forman parte del AMLBC, se sumaron al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, por lo que la incursión en su domicilio se suma a la lista de agresiones contra integrantes del movimiento que encabeza el poeta Javier Sicilia.
A fines del año pasado, por ejemplo, fueron asesinados Nepomuceno Moreno, Julia Marichal y Trinidad de la Cruz, y la activista juarense, Norma Andrade, fue víctima de un atentado en Ciudad Juárez. Igual que la teniente Eguileta, todos ellos eran activistas del Movimiento, a partir de ser víctimas de la violencia y la impunidad.

En entrevista con APRO, Eguileta Arias asegura que las personas que entraron a su hogar pertenecen al Estado Mayor Presidencial (EMP)y que lo hicieron sin presentar ninguna orden de cateo.
Además, refiere que no sólo aterrorizaron a su hija, sino que ocasionaron destrozos en su casa.
“Fue el mismo tipo de operativo de hace dos años, cuando me acababan de detener de manera arbitraria e irregular, y el Estado Mayor ingresó a mi casa llevándose computadoras y otros aparatos”.

–¿Por qué dice que fue el Estado Mayor Presidencial?

–Porque así operan ellos. Sabemos cómo se conducen todas las unidades y estoy segura de que fueron ellos, revuelven todo, se llevan cosas así, como el celular, pero no roban… van a buscar información pero saben que ahí no hay nada, y yo temo que en una de esas me quieran sembrar algo.
Redondea su idea:

“Se lo dije entonces (en la entrevista de enero) y con mayor razón lo repito hoy: hago responsable al presidente Felipe Calderón, como comandante en jefe, así como a los secretarios de Marina y de Defensa de lo que pasó, de lo que pueda pasarme a mi o a mi familia. Esto fue en reacción por la entrevista con Proceso”.

Eguileta Arias pernocta actualmente en una unidad de la Policía Militar en el Campo Militar Número Uno. Desde su detención, en 2010, se le han negado todas las solicitudes de permiso para regresar a su casa y, con la incursión de esta madrugada, advirtió que se quedará en la Unidad por su seguridad.
Por lo pronto, dice que intentará sacar del país a su hija porque no existe garantía para su seguridad.
En el número 1838 del pasado 21 de enero, Proceso publicó un reportaje en el que militares y marinos del AMLBC, expresaron su inconformidad por el fuero de guerra que, aseguraron, permite a los altos mandos de las Fuerzas Armadas incurrir con impunidad en abusos y violaciones de derechos humanos contra población civil y personal militar.

Eguileta, quien enfrenta acusaciones por “haber visto los calcetines de un superior”, denunció diferentes aspectos de fondo en el fuero de guerra, entre éstos que la secretaría de Marina no cuenta con un sistema de justicia, por lo que los elementos de la Armada, son procesados en tribunales militares, quedando en el limbo jurídico en distintos aspectos.

En el reportaje, se consigna también que en octubre pasado, luego de integrarse al Movimiento por la Paz, los oficiales inconformes sostuvieron un encuentro con Margarita Zavala, la esposa del presidente Felipe Calderón. Fue un logro, pues desde hace un año han pedido cita al ómbudsman Raúl Plascencia pero ni él ni nadie los recibe en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Zavala los escuchó, fue amable, les dio una lectura jurídica y les dijo que ya habían hecho mucho, que ahora confiaran en quienes deben resolver las cosas. Esperaron y nada, como también aguardan respuestas del Congreso, del Poder Judicial y del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, al que le hicieron llegar sus denuncias para que se investigue a los responsables de la justicia militar por su actuación y se indague el destino del dinero confiscado de sus nóminas, así como para proponer reformas que erradiquen el fuero de guerra.

Para la teniente Eguileta, la única respuesta obtenida es la incursión en su casa ocurrida esta madrugada, en reacción a lo publicado en el semanario Proceso.


 PROCESO

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