Para entrar al cielo, según la biblia, hay que pagar un alto precio: morirse. Al igual que para hacer una reforma constitucional fundamental en México, algo se recibe. Nada en política es gratuito.
Y no lo digo yo, lo han reafirmado frases célebres de dinosaurios del PRI como el ex líder del grupo Atlacomulco, casualmente el que impuso a Enrique Peña Nieto como candidato del PRI a la presidencia, Carlos Hank González, que en el marco de una ceremonia de inauguración de una ruta de transporte dijo, “detrás de todo gran proyecto, siempre hay un político”.
¿Por qué resulta grave la propuesta de reforma al artículo 24 constitucional? . Vayamos por partes, el artículo actual dice: “Todo hombre es libre para profesar la creencia religiosa que mas le agrade y para practicar las ceremonias, devociones o actos del culto respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley”.
“El congreso no puede dictar leyes que establezcan o prohíban religión alguna. Los actos religiosos de culto público se celebrarán ordinariamente en los tempos, los que extraordinariamente se celebren, fuera de estos se sujetarán a la ley reglamentaria”.
La propuesta avalada por diputados federales priistas y panistas en San Lázaro, pendiente de aprobarse en el senado, dice:
“Toda persona tiene derecho a la libertad de convicciones éticas de conciencia y religión y a tener o adoptar en su caso, la de su agrado. Esta libertad incluye el derecho de participar individual o colectivamente, tanto en público, como en privado, en las ceremonias, devociones o actos de cultos respectivos, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley. Nadie podrá utilizar los actos públicos de expresión de esta libertad con fines políticos, de proselitismo o de propaganda política”.
El otro párrafo no sufre modificaciones.
Sin embargo, se preguntará, qué significa la nueva propuesta que presenta y apoya el PRI y el PAN, simple y sencillamente, el FIN DEL ESTADO LAICO. Que por supuesto, busca el beneficio total a la iglesia católica. Aunque no lo quisieramos reconocer, los discursos de los jerarcas del catolicismo, lo han evidenciado.
La visita del papa Benedicto XVI para marzo del próximo año, previo al proceso electoral de Julio, nos deja una idea clara y contundente de que hubo una negociación en las cúpulas, qué irían a prometer los políticos del PRI y PAN a Roma para que salga esta reforma que sin lugar a dudas, significa un grave retroceso en la vida política del país.
Parece que a Enrique Peña Nieto aspirante priistas presidencial, que tiene el mayor número de diputados del PRI en San Lázaro y que dio la orden para que aprobaran esta reforma, se le olvidó que en el pasado, el Estado Mexicano tuvo que acotar el intervencionismo político del clero. O tal vez ni lo sabe, con eso de que nunca lee.
Fue necesario para el surgimiento de una República con gobiernos laicos y de una sociedad mas plural.
Mucha gente murió en el marco de la guerra Cristera para que la iglesia católica dejara de realizar política desde los púlpitos.
Ya se nos olvidó que la Junta de Notables en el siglo XIX, provocó la segunda intervención de Francia, para imponer a través del Vaticano a un emperador en México, Maximiliano de Habsburgo acompañado de Carlota, que invadió a México en el año de 1862.
Cuando la modificación dice, “la vocación religiosa debe manifestarse tanto “pública como privadamente” e “individual como colectivamente”, significa que en cualquier momento se puede desafiar al Estado Mexicano, manifestando que la fé o creencia de cualquier individuo o colectivo no le permite realizar determinada conducta.
Vamos a los ejemplos: El día 28 de cada mes, se celebra en el mundo católico el día de San Judas Tadeo, cualquier creyente, podría con la nueva reforma, no ir a trabajar porque debe festejarlo, y manifestar en la Junta de Conciliación y Arbitraje Laboral “ tengo derecho a no ir porque me protege el artículo 24 “, ya que profesa su fé de manera pública como lo dice el artículo.
Y lo que es peor, en el D.F por ejemplo, la gente invade las vías de tránsito porque en la iglesia no caben. No les importa afectar el derecho de paso de los que no estan en la fiesta. Y si ya de por sí, la autoridad no hace nada para que se respete la ley vigente, imaginen qué sucederá con las nuevas modificaciones.
Cualquiera va a tener el derecho de obstaculizar vías de comunicación porque debe practicar su religión.
Otro ejemplo: Felipe Calderón Hinojosa, manifestó recientemente, “sólo Dios sabe por qué hace las cosas”, y lo dijo en un discurso público. Si se aplica la nueva reforma, debería ser sancionado y reconvenido, es un jefe de estado y no debe mezclar cuestiones religiosas con la administración.
La nueva modificación permitirá también que cualquier alumno, o trabajador de empresa pública o privada, lleve sus símbolos religiosos a sus lugares, para orar al Santo de su conveniencia.
Como también que cualquier profesor, pretenda inculcar a sus alumnos, la religión, fe en la imagen que mas crea y amparado en la nueva reforma, no estaría cometiendo ningún delito.
A caso nos gustaría que como en el Islamismo, los estudiantes, profesionistas, amas de casa, empleados, abandonen sus actividades a las 12 del día, porque deben arrodillarse para orar a Mahoma. Con la nueva reforma, todo mundo será libre de rezar a la hora que quiera, donde sea, como sea, a la hora que quiera y no habrá ley que lo pueda contradecirla. ¿Eso es lo que queremos para el país? .
Cabe destacar que el 28 de febrero del año 2008, Carlos Aguilar Retes, Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, propuso la modificación del artículo 24, para sustituir el término de libertad de culto y creencias por libertad religiosa, durante la presentación del libro “15 años de relación Santa-Sede-México, en la que manifestó:
“La iglesia católica no pretende mayor poder, pues la idea es terminar con la exclusión de que es objeto en la actualidad”.
También mencionó que “todo mexicano debe vivir su fe tanto en público como en privado de manera individual y asociada en toda actividad y sector, sin ningún límite que el respeto a derecho a terceros”.
Y como colofón, también agregó, que la iglesia reconoce a través del Estado que la fé, es un ente superior que fortalece la conducta ética y moral de los ciudadanos”.
Nada mas alejado de la realidad desde el punto de vista filosófico, creer en el Dios del bien y el mal es válido porque es un “ser superior y fortalece al que cree en él”.
Como se observa, la modificación al artículo 24 avalada por priistas y panistas, representa el anhelo de la Conferencia del Episcopado Mexicano y de aprobarla también el senado, estaríamos aniquilando totalmente el ESTADO MEXICANO LAICO.
Si la cámara alta, aprueba esta reforma, se insultaría la memoria histórica del país y su inclusión como nación y estado respetado en el mundo, legado del ex Presidente Benito Juárez García y la gran generación de mexicanos liberales que a costa de sangre y fuego, forjaron al país de 1857 a 1867, en el episodio conocido como la “Gran Década Nacional”.
¿Quiénes? . Ignacio Ramírez “El Nigromante”, Ponciano Arriaga, Mariano Otero, Guillermo Prieto, Jesús González Ortega y otros muchos.
Ojalá que los senadores recuerden la sangre que se derramó en el país, cuando se permitió a la iglesia católica, intervenir en la vida política de la nación.
Queda para la historia la frase del Nigromante cuando fue excomulgado por la iglesia católica, tras haber sido artífice fundamental, en las reformas que le restaron a la iglesia, el inmenso poder político y económico, un poder que jamás se preocupó ni se preocupa, por la pobreza y miseria de las clases desprotegías del país, “archívese en los asuntos sin importancia”. ¡Viva México!.
Se preguntará, vale la pena que para el regreso del PRI a la presidencia, sea necesario este tremendo retroceso histórico de la nación.
¿Usted qué opina?.
por Lilia Baizabal
liliabaizabal@hotmail.com
Piedra en el zapato
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