viernes, 27 de abril de 2012

Wal-Mart ha basado su crecimiento económico en explotación laboral: académico

Alfonso Bouzas, de la UNAM, advirtió que la compañía contrata a su personal en el DF por tienda, no por región, y para ello recurre a tres asociaciones sindicales que compiten entre sí para ofrecerle el pago de salarios más bajos.

México, DF. La cadena de supermercados Wal-Mart ha basado su crecimiento económico en la explotación laboral de sus empleados, el pago injusto a sus distribuidores y la corrupción en todos los niveles del gobierno, por lo que es urgente frenar dichas prácticas e investigar las actividades de la multinacional no sólo en México, sino en el resto del mundo, advirtieron integrantes de diversas organizaciones sociales.

Alfonso Bouzas, académico del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, advirtió en rueda de prensa que Wal-Mart contrata a su personal en el Distrito Federal por tienda, no por región, y para ello recurre a tres asociaciones sindicales que compiten entre sí para ofrecerle a la compañía el pago de salarios más bajos.

Dichas agrupaciones son la Sociedad Nacional de Trabajadores del Comercio y Oficinas Particulares, dirigida por el diputado priísta Isaías González Cuevas y perteneciente a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC); la Asociación Sindical de Trabajadores, Empleados y Agentes de Casas Comerciales del DF, bajo el mando de Jorge Guarneros Espinoza y afiliada a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), y el Sindicato Nacional de Empleados y Trabajadores de Supermercados y Centros Comerciales de la República Mexicana, también adscrito a la CTM.

Todas ellas, indicó Bouzas, elaboran contratos colectivos de protección patronal que no cobran un peso de cuotas a sus afiliados, porque no responden a sus intereses, y en donde establecen salarios que van de 66 a 160 pesos al día; con jornadas de ocho horas; horario y días de descanso cambiantes; derecho de cambiar al trabajador de tienda; polivalencia de funciones y posibilidad de rescindir el contrato en cualquier momento.

Esteban Conde, de la Unión de Trabajadores de Wal-Mart, explicó por su parte que debido a las pésimas condiciones laborales de la compañía, varios grupos de empleados comenzaron a organizarse de forma clandestina a partir de junio de 2006, y ante sus peticiones de salario digno y respeto de derechos elementales, se respondió con amenazas, acoso y despidos injustificados.
Si bien es cierto que la empresa tiene en México más de 230 mil empleados, apuntó, por cada 10 personas que se incorporan a ella, hay cuatro que la dejan, y esa rotación de personal de 40 por ciento –con un promedio de dos años de permanencia— se debe a que por dentro “Wal-Mart está putrefacta”.

Un ejemplo del nivel de explotación de los empleados de la cadena, es que las deudas que éstos deben adquirir para pagar sus necesidades básicas llevan a algunos a recibir un pago de apenas cinco pesos a la semana, dijo Conde mientras mostraba un talón de pago por dicha cantidad.
Valeria Escorza, subdirectora de la asociación Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Prodesc), expuso algunas de las conclusiones del estudio “Lo barato sale caro”, realizado en 2005, entre las cuales figura el hecho de que Wal-Mart no paga ningún salario a sus empacadores; solicita pruebas de embarazo a las mujeres para ingresar y permanecer en la nómina, y obstaculiza el ascenso laboral de su personal femenino.

Christy Hoffmann, subdirectora de la organización mundial de sindicatos UNI, alertó que la trasnacional recurre en todo el mundo a prácticas de corrupción para dominar el mercado de abastecimiento, violando en el camino los derechos más elementales de sus empleados, afectando el medio ambiente y quebrando a los pequeños negocios de la localidad donde se asienta, por lo que pidió una investigación sobre su forma de actuar.

Víctor Báez, secretario general de la Central Sindical de Trabajadores de las Américas, lamentó que los contratos colectivos de protección patronal –90 por ciento del total en México–sólo empobrecen más a la clase obrera del país, y anunció que se pondrá en marcha una iniciativa internacional contra dichos esquemas, lo cual “pondrá en el banquillo de los acusados” a varias empresas.

LA JORNADA
Fernando Camacho Servín
Publicado: 27/04/2012 13:33

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