Gabriel Quadri redondeó la mejor semana de su corta vida política. Antes del debate tenía 1.4 en GEA/ISA y ayer llegó a 5.2. Además, la agresividad de la candidata del partido gobernante hacia él lo convirtió definitivamente en protagonista de la campaña
En cambio, para Josefina fue aciaga. Con GEA/ISA empezó en segundo lugar (27.3) y ayer estaba en tercero (24). Y quedó comprometida a responderle a Quadri si acepta debatir con él: creció al chiquito, que es lo peor que puede cometer un político.
De andar obligando al puntero, Enrique Peña (46), a debatir, se enredó en un tú por tú con el sotanero.
También sufrió a mares en Tercer Grado, en Televisa. Pensó que hablaría de la
campaña (“A las 11:30 estaré en Tercer Grado, hablando sobre esta elección. Los
espero. #JVM3erGrado”, escribió en su cuenta de Twitter y el programa se le
convirtió en una pesadilla.Fue incapaz de explicar por qué, si critica a Gordillo, tuvo de subsecretario al yerno de ésta a su paso por la SEP; cómo su hermana Margarita fue alta funcionaria en PGR; o el papel de Juan Molinar en su campaña, señalado como está, por la muerte de 49 niños en la guardería ABC.
En ese contexto, el de la agresividad como estrategia, se benefició Quadri, pues para pegarle a Gordillo no se le ocurrió a Josefina más que descalificar el carácter “ciudadano” del candidato del Panal: “tiene una patrona que se llama Elba Esther Gordillo”.
Dijo que ella no se ocupa “de la combi que usa Quadri, sino de la Hummer”, en alusión a las 53 camionetas adquiridas en 2008 por Gordillo para “rifarlas” entre maestros.
Sin embargo, Josefina tuvo responsabilidad en aquella “rifa”, pues las Hummer fueron compradas con parte de los extraordinarios montos del erario que, siendo titular de la SEP, facilitó a Gordillo en el contrato colectivo y el alza salarial anual a los maestros.
Así que el cuarto lugar encontró un hueco para entrar de lleno en la pelea solicitando un debate a Josefina, quien carece de autoridad moral para negárselo, pues a diario reclama “otros debates” a Peña.
Es un hecho que ese estilo disruptivo no la beneficia, sobre todo porque lo utiliza con frases hechas fáciles de rechazar, como hizo ahora Quadri.
Por ejemplo, Josefina le dice a Peña que ella es “diferente” porque no dedicó su tesis a Montiel. Pero Peña puede responderle que él no elogia a criminales como Pinochet, ni dice que la UNAM es un monstruo con medio millón de estudiantes perezosos.
No entiende que para nada le sirvió romper la línea que le dio el triunfo en las internas del PAN contra el candidato oficial: el talante político, astuto, conciliador.
Rubén Cortés
Publicado el Viernes 11 de Mayo de 2012
ARSENAL.NET
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