miércoles, 22 de agosto de 2012

Filtran investigaciones de la campaña de Peña

El artículo 86 del Cofipe ordena que “el personal de la Unidad está obligado a guardar reserva sobre el curso de las revisiones y auditorías...”

 


Escuchaba ayer, en un noticiero matutino de radio, que la conductora y un reportero revelaban un informe de la Unidad de Fiscalización del IFE sobre el caso Monex. Mencionaron nombres y direcciones de presuntos implicados en la investigación de un posible desvío de recursos privados a la campaña presidencial del PRI. Entiendo la necesidad de esclarecer este tema. Si las autoridades encuentran que se cometieron ilícitos, están obligadas a castigar a los involucrados. Pero, ¿conviene filtrar a los medios informes que supuestamente deberían ser secretos?

Insisto que el asunto Monex, como todos los que el Movimiento Progresista está reclamando, deben investigarse a fondo y, de encontrar culpables, aplicar los castigos que ordena la ley. Eso no está a discusión. Ahora bien, en cuanto al tema de las filtraciones, pienso que la autoridad no puede ni debe hacerlo.

Para empezar porque es un abuso de poder de las instituciones involucradas en contra de personas físicas y morales que son inocentes mientras no se pruebe lo contrario. El asunto no es menor. Con el ánimo de fortalecer las facultades de fiscalización de las autoridades electorales, tomando en cuenta las dificultades que tuvieron el IFE y el Tribunal Electoral en casos como el Pemexgate y el Amigos de Fox, los legisladores le dieron autonomía de gestión a la Unidad de Fiscalización del IFE y le otorgaron una facultad muy poderosa: no está limitada “por los secretos bancario, fiscal o fiduciario establecidos por otras leyes”. Por tanto, la Unidad del IFE puede ver información privada de todas las personas físicas y morales.

El artículo 86 del Cofipe ordena que “el personal de la Unidad está obligado a guardar reserva sobre el curso de las revisiones y auditorías en las que tenga participación o sobre las que disponga de información”. Es decir, la filtración de sus investigaciones es ilegal. Se supone que ni los consejeros del IFE las conocen. “La Contraloría General del Instituto conocerá de las violaciones a esta norma y en su caso impondrá las sanciones que correspondan conforme a este Código”. Las filtraciones presentadas ayer deben, por tanto, investigarse por dicha Contraloría a menos, desde luego, que esta información haya sido turnada al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y la filtración haya venido de ahí.

Más allá de ser ilegal, está otro asunto de suma relevancia: las filtraciones pueden acabar favoreciendo a los presuntos implicados. Como dice Ana Magaloni, profesora del CIDE, “la mejor receta para que no prospere una investigación es comenzar a filtrar la información”. Resulta que los presuntos implicados se enteran, comienzan a ampararse y a armar su estrategia jurídica de defensa. Se pierde el factor sorpresa.

No es un asunto hipotético. Ya sucedió en un caso de financiamiento ilegal de una campaña. Me refiero al de Amigos de Fox. En ese entonces, cuando el IFE entró a investigar, no tenía la facultad de ver las cuentas bancarias de personas físicas y morales. Tuvo que recurrir, entonces, a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores a requerir la información. En ese momento se hicieron públicos los nombres de los presuntamente involucrados quienes procedieron a ampararse y presumiblemente a borrar las evidencias en su contra. Esto entorpeció las investigaciones del IFE al que le costó un trabajo endemoniado probar el financiamiento ilícito de la campaña de Fox.

Resulta muy preocupante que haya un “garganta profunda” filtrando las investigaciones secretas sobre presuntos actos ilegales de la campaña de Peña Nieto. No es porque no queramos saber la verdad. Al revés, porque queremos conocer qué pasó, debe guardarse el sigilo en este tipo de investigaciones. Espero que la Contraloría del IFE o, en su defecto, el Tribunal Electoral, investiguen y sancionen al “garganta profunda” que podría haberle hecho un enorme daño a la posibilidad de enterarnos de la verdad.
 
2012-08-22 00:13:00
Leo Zuckermann
EXCELSIOR

No hay comentarios:

Publicar un comentario