martes, 10 de julio de 2012

Es hora de reformas: EPN; “Soy un miembro más de mi partido”, afirma en entrevista

Las acusaciones de compra de votos son una burla contra los mexicanos, consideró el priista
 

 
 
CIUDAD DE MÉXICO, 10 de julio.- Enrique Peña Nieto, candidato ganador de la elección presidencial, afirmó que ya existen las condiciones para emprender las reformas estructurales que México necesita; calificó de “falaz” y “un mito” el señalamiento de que su partido no colaboró para que se emprendieran estos cambios de fondo, y aseguró que la oposición tiene la obligación moral con el país de buscar la construcción de acuerdos.

En entrevista con Excélsior, el priista reconoció que varios de los compromisos que ofreció durante su campaña están a la espera de que prosperen las reformas estructurales, aunque también señaló que una buena gestión del gobierno no depende única y exclusivamente de que éstas se concreten.
En un escenario en el que su partido requerirá del concurso del resto de las fuerzas políticas para emprender cambios profundos, el ex gobernador mexiquense puso de relieve el valor de la negociación.

“Donde la matemática no te da o la aritmética no es suficiente, entra entonces en juego la política. Confío en que a través de la política podamos lograr los acuerdos con las distintas expresiones políticas para las reformas que el país necesita”, aseveró.

–Estos acuerdos ¿debieran ser antes del 1 de diciembre? —se le preguntó.

–Desde ahora. Estamos en un escenario en el que desde ahora debiéramos empezar a construir los acuerdos, eventualmente en esta legislatura —respondió Peña Nieto, quien consideró que sí hay posibilidades de que el Presidente en funciones y el Presidente electo empujen conjuntamente las reformas.

Rechazó la versión de que su partido no colaboró con el presidente Felipe Calderón, y recordó que de las más de 200 iniciativas enviadas por el Ejecutivo, unas 190 prosperaron con el respaldo priista.

“Ahora hay un escenario poselectoral y creo que mucho del acuerdo que se demandó y se exigió antes de este momento estuvo influenciado por el momento preelectoral, no sólo de lo que fue la elección presidencial, sino incluso de las elecciones en otras entidades del país”, dijo.
Ahora, añadió, estamos en otro momento y en la oportunidad de deponer actitudes partidarias “para realmente estar en el ánimo constructivo, para abonar a los acuerdos y a las reformas que México necesita”.

Respecto de las denuncias tanto del PRD como del PAN de compra de votos e inequidad en la contienda, el priista consideró que se trata de acusaciones sin fundamento y pidió al Tribunal Electoral que valore y esclarezca este tipo de señalamientos.

“Me parece carente de sustento este tipo de afirmaciones, me parece que son burla y mofa a lo que los mexicanos decidieron con su voto de manera razonada y, sobre todo, a lo que la gran mayoría de la sociedad mexicana espera de este periodo poselectoral que debe estar marcado por el respeto al resultado de la elección”, afirmó.

Finalmente, cuestionado sobre si será el primer priista del país o si mantendrá una sana distancia con su partido, Peña Nieto anunció que buscará incidir en los cambios de modernización que el PRI requiere para ser más competitivo.

“Habré de estar cerca de mi partido. De ninguna manera se supone que yo sea el partido. Soy un miembro más de mi partido”, aseveró.

“Soy un miembro más del PRI”
Asegura que no esperará a que llegue el 1 de diciembre para impulsar las reformas estructurales. “Donde la matemática no te da o la aritmética no es suficiente, entra entonces en juego la política”. Aclara que es “un mito” la supuesta falta de colaboración del PRI con Calderón en el Congreso. Califica de burla la acusación de compra de votos.

Aunque afirma que “la buena gestión de un gobierno no depende única y exclusivamente de que se tengan reformas”, Enrique Peña Nieto llama a las fuerzas políticas que estarán en la oposición a partir del próximo 1 de diciembre a “deponer actitudes partidarias y tener un ánimo constructivo” para aprobar “las reformas que México está demandando”.

Reconoce que el ambiente preelectoral impidió que se alcanzaran acuerdos en el Congreso de la Unión sobre las llamadas reformas estructurales, pero subraya que el nuevo escenario obliga a un cambio de actitud por parte de los partidos.

El candidato que obtuvo la mayor cantidad de votos en la elección presidencial del 1 de julio está convencido de que la oposición “tiene la obligación moral” de aportar a las soluciones que el país requiere, las cuales pasan, en su opinión, por la aprobación de las reformas hacendaria, energética, laboral y la de seguridad social.

Estas reformas, opina, deben impulsarse “desde ahora” y que no descarta participar en ello de manera simultánea con el presidente Felipe Calderón, quien también las apoya. Si no se lograran en un periodo extraordinario de la actual Legislatura, sostuvo, “al menos se sentarán las bases” para tratar de aprobarlas en la siguiente.

En charla con Excélsior, en una oficina de las Lomas de Chapultepec, Peña Nieto afirmó que habrá de estar cerca del PRI para incidir en la modernización que su partido requiere para estar a la altura de “los retos de nuestra democracia”. Esta cercanía, dijo, no supone que “yo sea el partido”, aunque sí afirmó que se siente orgullosamente priista.

Durante la primera entrevista que concede a un medio nacional luego de las elecciones del 1 de julio, el político mexiquense dijo que no está cerrado a que, como parte de los posibles cambios en el PRI, se modifique el nombre, los colores y los postulados de la organización fundada en 1929, misma que regresará al poder después de 12 años en la oposición.

El candidato triunfador de los comicios —que obtuvo 19 millones 226 mil 784 votos, de acuerdo con los cómputos distritales efectuados por el IFE— negó que alguna parte de los votos en su favor haya sido comprada, como acusan sus contrincantes de izquierda y derecha.

“Yo soy el primero en condenar cualquier práctica que tengan los partidos políticos de querer coaccionar, querer condicionar o eventualmente cortar la preferencia a favor de un partido político a través de algún estímulo económico, lo cual me parece que en el grado de avance democrático que México hoy tiene es falaz, no tiene sustento y yo afirmaría una falta de respeto a la libre decisión razonada que tuvieron los mexicanos en este proceso electoral”.

Peña Nieto se pronunció porque el Tribunal Electoral Federal del Poder Judicial de la Federación evalúe todas las pruebas que la coalición de izquierda y el PAN dicen tener sobre la compra de votos.
De acuerdo con el priista —que en próximos días hará públicos los nombres de las personas que lo acompañarán en el equipo de transición rumbo al inicio de su mandato constitucional—quienes acusan a su partido de haber comprado votos tratan de confundir eso con la entrega de programas sociales.

“Han querido recurrir a lo que puede eventualmente estar inscrito en algunos programas sociales y quieren hacer valer que esto signifique realmente el cooptar o pretender condicionar el voto en favor de un partido político. Es tanto como señalar que quienes son beneficiarios de los programas sociales, como Oportunidades, hayan sido sujetos de la compra de su voto. Me parece carente de sustento este tipo de afirmaciones, que son burla y mofa a lo que los mexicanos decidieron con su voto y de manera razonada.”

Peña Nieto, que de acuerdo con la ley deberá obtener la constancia de mayoría una vez que el Tribunal Electoral haya desahogado todas las pruebas que la oposición ha presentado en contra de la campaña priista, lo cual tiene como límite el 6 septiembre, explicó que en la lucha en contra del crimen organizado mantiene en pie su propuesta de campaña de crear una Gendarmería Nacional, la cual estará integrada por los elementos del Ejército y la Armada de México que actualmente lo combaten, aunque precisó que aún no se define a qué dependencia quedará adscrita.

Asimismo, reivindicó su creencia religiosa, pero afirmó que como Presidente de México no será visto en celebraciones católicas y que su fe la profesará en privado.

El siguiente es el texto de la entrevista:

—Hizo usted campaña primero para gobernador del Estado de México y ahora para la Presidencia de la República, con base en compromisos. Quisiera preguntarle: ¿A qué no se puede comprometer un candidato a la Presidencia, en este caso un virtual Presidente electo?
—A ver, es claro que en la campaña, en los dos escenarios, primero en el Estado de México y ahora esta elección o esta competencia por la Presidencia de la República, fui muy claro en los compromisos que hice ante los mexicanos. Fueron compromisos viables, realizables, sin duda, que significan un gran reto porque varios de ellos estarán a la espera de que reformas estructurales prosperen, ahora en el Congreso de la Unión, pues hay un escenario plural que va a significar y a marcar, sobre todo, la necesidad de construir acuerdos con las distintas expresiones políticas para que estas reformas estructurales en las que estoy a favor, con las que me he comprometido, eventualmente prosperen.

—¿Hacen falta las reformas para poder hacer un gobierno exitoso?
—Son importantes las reformas estructurales. México las necesita a partir de que ha cambiado. México sin duda ha experimentado un cambio en el escenario político, en el escenario económico, en el escenario social. Y esto demanda que las instituciones y el marco normativo de actuación se modernicen, que permitan realmente estar a la altura y sobre todo en la condición de competitividad que el mundo demanda.

“El mundo que hoy observamos desde México ha cambiado y ha modificado también la forma de actuar, la forma de establecer políticas, la forma de competir con otros países. México tiene que ponerse a la altura de este reto y de este cambio que el mundo ha tenido y por eso, insisto, es tan importante tener reformas estructurales.

“No todo es atribuible a las reformas. Déjame decirte que estoy convencido de que la buena gestión de un gobierno no depende única y exclusivamente de que se tengan o no reformas, depende realmente de la capacidad de realización de proyectos, de obras, de políticas públicas que realmente materialicen los beneficios que la sociedad demanda.”

—¿Está usted preparado para que no haya reformas?
—Estoy optimista de que tendremos un escenario, sin duda, que obliga y demanda la construcción de acuerdos entre las distintas fuerzas políticas para que las reformas prosperen. Y estoy optimista de que será posible. Donde la matemática no te da, o la aritmética no es suficiente, entra entonces en juego la política, y confío en que mediante la política podamos lograr los acuerdos con las distintas expresiones políticas para las reformas que el país necesita.

“Creo también que en este cambio democrático y político que el país ha tenido ha habido lecciones y hemos, todos los partidos políticos, observado que cuando hay desacuerdo generamos obstáculo a la transformación y cambio que el país necesita.

“Espero que a 15 años de distancia de que algún partido político tenga mayoría absoluta en la Cámara, o en el Congreso de la Unión en ambas cámaras, ahora hayamos, a partir de un escenario similar, aprendido a construir, tener una actitud propositiva, constructiva y positiva para lo que México necesita.”

—La política es el arte de negociar, pero para negociar hay que tener algo que ganar, ¿qué tiene que ganar la oposición, más allá del bien general del país? En concreto, ¿la oposición tiene algo que ganar al aprobar las reformas?
—Creo que tiene una obligación moral con el país, tiene un compromiso con todo México: buscar la construcción de acuerdos.

“No se puede partir de estar en la oposición a lo que un partido está planteando, sino más bien de un ánimo constructivo y más bien de que la propuesta de cada partido político sea parte de la visión y la solución que se tenga para lo que el país demanda.

“Más que retraerse hay que estar todos los partidos políticos, y especialmente quienes están en la oposición ahora. Que sean partidos que aporten. Estoy convencido de que la visión de propuestas que cada partido tenga será valiosa para lo que México deba construir en armonía y en acuerdo con todas las fuerzas políticas, y en una actitud, yo diría, de madurez política, de civilidad y de compromiso con México.”

—¿Estos acuerdos deberán ser antes del 1 de diciembre?
—Creo que es desde ahora. Creo que estamos en un escenario en el que desde ahora debiéramos de empezar a construir estos acuerdos…

—¿Incluso en esta Legislatura?
—Creo que es momento, eventualmente en esta Legislatura. Si hay escenario para que prospere la iniciativa en alguna reforma, lo habré de celebrar. Si no, por lo menos, de sentar las bases para que la siguiente Legislatura, cuyo primer periodo inicia el 1 de septiembre, pueda ya tener camino avanzado y facilitar la construcción de los acuerdos, y de que las reformas estructurales prosperen en esa Legislatura.

—¿Hay lugar para que el presidente electo y el Presidente en funciones colaboren, que den ambos la cara, que empujen simultáneamente las reformas?
—Yo creo que sí. A ver, creo que hay que entender que México políticamente ha cambiado, que hoy hay que asimilar esta cultura democrática que tenemos, y que no queramos vernos en episodios o escenarios del pasado.

“Más bien, hay que construir a partir de nuevos escenarios y esto demanda también una actitud distinta de los partidos políticos que lamento que no estemos observando de todos en este periodo poselectoral. Lo que hemos evidenciado los mexicanos en este proceso electoral, sin duda, es la madurez de nuestra democracia, la solidez y la manera robusta en la que tenemos hoy una democracia y un sistema electoral que garantice y transparente la participación de todos los mexicanos, de los ciudadanos que votaron el 1 de julio.

“Creo que es momento, como ocurre en los países de mayor desarrollo, y en abono a la normalidad democrática que debiéramos tener, el que los partidos asuman una actitud de respeto y de reconocimiento a los resultados marcados por los mexicanos.”

—Le reprochan al PRI que no haya tenido una actitud favorable a las reformas durante los últimos años. ¿Por qué no aprobó el PRI? ¿Había algo en las iniciativas del presidente Calderón que a usted no le gustaba o que usted hubiera planteado de manera distinta?
—Creo que cada acuerdo tiene su momento, su propia circunstancia. Los señalamientos de descalificación a la falta de colaboración del partido que represento, en otros escenarios, es un tanto falaz y un tanto mito, porque si hacemos una valoración real de cuántas iniciativas tuvimos de parte del Ejecutivo, tuvimos más de 200, más de 190 prosperaron por el apoyo de mi partido. Que en algunas no se haya logrado el acuerdo, bueno, algo faltó en esas en particular. Pero sin duda la actitud constructiva está acreditada en la aprobación de más de 190 iniciativas enviadas por Ejecutivo federal a la Cámara de Diputados, que tuvieron el respaldo y el apoyo de mi partido.

“Ahora espero que siendo nosotros gobierno y siendo parte de él, estando en esta responsabilidad de servirle a los mexicanos, tengamos una actitud también de apoyo y colaboración de los partidos políticos.

“No podemos, en perjuicio de nuestro país, los partidos políticos en general, quedarnos al azar y dejar de observar una actitud madura y que esté acorde a los nuevos tiempos democráticos de México.
“Es claro que en este escenario de competencia democrática, difícilmente un partido político por sí mismo pueda tener una mayoría absoluta. Si ese es el escenario, entonces exige que todos los partidos políticos, dentro de esta pluralidad política que hoy vive nuestro país, tengamos actitud para apoyar e impulsar las reformas y propuestas que realmente México está demandando, y que México necesita.”

—El presidente Calderón me dijo en una entrevista que si se aprueban ahora las reformas podría ser una señal para él de que antes estuvieron secuestradas, ¿qué opina?
—Yo creo que lo que comenté y afirmé hace un momento, la negociación y el acuerdo sobre distintas reformas políticas sin duda pasan por escenarios y circunstancias diferentes. Ahora creo que a un escenario poselectoral, y mucho del acuerdo que se demandó y se exigió antes de este momento estuvo influenciado por el momento preelectoral que México estuvo viviendo, no sólo de lo que fue la elección presidencial, sino incluso de las elecciones en otras entidades del país.
“Ahora estamos en otro momento, y se tiene la oportunidad de deponer actitudes partidarias o de interés exclusivamente partidario para realmente estar en el ánimo constructivo de querer realmente abonar a los acuerdos y a las reformas que sabemos México necesita y que todos tenemos algo que aportar.

“En mi discurso del 1 de julio por la noche, después de haber conocido el resultado por parte de la autoridad electoral, claramente señalé que la aportación de todas las fuerzas políticas, que la visión y la propuesta de todas ellas sin duda representaba gran valía y sería importante tenerla presente en los acuerdos y en el impulso a acciones, proyectos y reformas que el país necesita. Hoy espero que los partidos políticos estemos en una actitud positiva, repito, no en los afanes de querer solamente disputar frente al adversario o de hacer valer lo que en este proceso electoral claramente definió la ciudadanía.

“La presencia de los partidos políticos está ahí, la vigencia, su participación, y ahora es importante, creo, acreditar el interés por apoyar a México y estar al servicio de México en esta óptica, unos desde la oposición y ahora nosotros desde el gobierno.”

—Ha sido difícil, en los años recientes, la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo. Una muestra de ello es que los presidentes no hayan podido rendir un informe en persona ante el Congreso de la Unión. ¿Debería hacerlo el presidente Calderón el próximo 1 de septiembre? Una vez que usted haya tomado posesión ¿es su intención retomar esa tradición?
—Ésta es una decisión que está en el Ejecutivo federal, en tanto se apegue a lo que la Constitución establece, que no necesariamente exige la presencia física del Ejecutivo en el Congreso de la Unión, sino hacer llegar el informe sobre la gestión del último año. Y mientras se observe el respeto a lo que nuestra Constitución prescribe, creo que está a salvo la decisión que tome el Ejecutivo. Primero, de asistir personalmente a rendir el informe o de enviarlo por la vía escrita como, insisto, la Constitución lo establece.

—En los días posteriores a la elección la información que se ha conocido sobre el proceso electoral ha sido, en buena medida, aquella de quienes están inconformes con lo sucedido. Ha habido una serie de impugnaciones anunciadas, ha habido acusaciones contra su partido por compra de votos, el propio PAN ha dicho que es un triunfo legal, pero no será legítimo... ¿Cuál es la respuesta, cuál es su respuesta a esta impugnación? ¿Cuál va a ser la estrategia del PRI y la suya?
—Cuánto lamento que los partidos políticos con estos argumentos, sin duda sin sustento y sin soporte, vengan después del proceso electoral, lo que acredita que hay todavía ausencia de madurez política de aquellos que no saben reconocer el resultado de esta elección, y que empiezan a regatearla y empiezan a escatimarla y empiezan a decir “es que sí se ganó, pero…” cuando de lo que hubo una evidencia contundente y clara en este proceso electoral que vivimos, primero, de una participación sin precedente de más de 50 millones de ciudadanos que emitieron su voto en la jornada del primero de julio. Segundo, ha sido el proceso más vigilado que hayamos tenido en la historia de nuestro país con más de tres millones de ciudadanos, algunos como autoridad electoral, otros como representantes de los partidos políticos, que estuvieron vigilando el proceso electoral.

“Y vale la pena recoger las expresiones que tuviera el ex presidente de Colombia César Gaviria, quien, en el informe que diera como encargado de la misión de observadores electorales internacionales, afirmara que el sistema electoral de nuestro país es robusto y sin duda el más sólido de toda América Latina.

“Me parece que estas expresiones no corresponden a la modernidad democrática que hoy los mexicanos tenemos, no corresponden al respeto que debieran tener quienes participaron en este proceso y que con su voto decidieron cuál es la opción política que habrá de gobernar a México los siguientes seis años.

“Yo esperaría que todos los partidos políticos tuvieran una actitud de mayor civilidad y de mayor madurez política. Y me parece que este tipo de descalificaciones y señalamientos tampoco abonan a este clima de normalidad democrática que debiéramos tener. Yo lo lamento, es más, deploro que se esté dando mayor espacio a este tipo de señalamientos que sin duda están los cauces legales e institucionales ante los cuales recurrir y presentar las pruebas que eventualmente, de haberlas, se deban presentar.

“Yo soy el primero en condenar cualquier práctica que tengan los partidos políticos de querer coaccionar, querer condicionar o eventualmente cooptar la preferencia a favor de un partido político a través de algún estímulo económico, lo cual me parece que en el grado de avance democrático que México hoy tiene es falaz, no tiene sustento y yo afirmaría una falta de respeto a la libre decisión razonada que tuvieron los mexicanos en este proceso electoral.”

—¿Le preocupa que una parte de los mexicanos se queden con esa impresión y tratarías de hacer algo para cambiar ese punto de vista?
—Yo esperaría que el Tribunal Electoral valore y esclarezca ese tipo de señalamientos que, te repito, no tienen sustento y no tienen fundamento.

“Me parece que han querido recurrir a lo que puede eventualmente estar inscrito en algunos programas sociales y que quieren hacer valer el que éste signifique realmente el contar o pretender condicionar el voto a favor de partido político alguno. Es tanto como señalar que quienes son beneficiarios de los programas, como Oportunidades, por ejemplo, es una forma de compra de voto. Me parece carente de sustento este tipo de afirmaciones, me parece que son burla y mofa a lo que los mexicanos decidieron, insisto, con su voto, y de manera razonada y sobre todo a lo que la gran mayoría de la sociedad mexicana espera de este periodo poselectoral que debe estar marcado por el respeto al resultado de la elección, una actitud ahora de madurez y sobre todo de propuestas sobre lo que viene y no de seguir empeñando este proceso democrático que sin duda ha sido ejemplar y ha sido único en la historia democrática de nuestro país.”

—Usted ha rechazado la compra del voto, lo acaba de decir, pero ¿es posible que alguien por quedar bien con usted lo haya practicado dentro de su partido?
—No, niego categóricamente este tipo de prácticas porque creo simplemente que no caben en el México democrático. Es mofarse de los mexicanos el pretender siquiera el ganar la voluntad o la preferencia de un partido político a través de un estímulo o prebenda, eso me parece que no cabe, tan no cabe, que en el discurso de todos los partidos políticos está que este tipo de prácticas es condenable y si alguno eventualmente las hiciera, yo recuerdo haber escuchado a quienes hoy están en este señalamiento reiterado, sin sustento, y debo afirmarlo de esta forma, sin sustento, más allá de montajes que hoy observamos y de descalificación al proceso, simplemente porque no saben reconocer el resultado de esta elección, pero recuerdo haberles escuchado a ellos decir que “si alguien les ofrece tomen, acepten, pero decidan ustedes”. Y como creo que así es hoy en México, los mexicanos deciden libremente y de manera razonada.

“Yo creo que es una falta de respeto a los ciudadanos el decirles a muchos de ellos que su voto fue comprado, cuando su voto ha sido libre y creo que éste es el escenario que muchos seguramente o no quieren o no saben reconocer del cambio democrático que México ha experimentado.”

—En 2006 el presidente electo para tomar posesión tuvo que entrar tras la bandera en San Lázaro. ¿Se imagina usted una situación similar a finales de noviembre o próximo primero de diciembre?
—Yo espero que los partidos políticos primero observen, de tener algún señalamiento, la vía legal e institucional para hacer valer si alguna prueba tienen, alguna imputación o presentación de alguna irregularidad durante el proceso. Y esperaría que al fallo del Tribunal Electoral, que yo creo y expreso mi firme convicción, de que habrá de estar apegado a derecho a una acción imparcial de este tribunal colegiado, pero sobre todo de un tribunal que, algunos suponen que es en el tribunal donde se puede cambiar la decisión del voto de los mexicanos, y más bien el tribunal está para valorar pruebas, atender eventuales señalamientos, pero confirmar lo que claramente quedó expresado el 1 de julio con un voto en favor del partido y del mío propio en esta jornada electoral ejemplar.

“Yo espero que realmente después del fallo o de la declaración de validez que deba de hacer el Tribunal Electoral, conforme a lo prescrito en la Constitución antes del 5 de septiembre, a partir de ahí venga una actitud distinta y de mayor colaboración, pero sobre todo de mayor respeto a la sociedad y de un ánimo constructivo para lo que México necesita de parte de todos los partidos políticos.”

—Solía decirse que el Presidente de la República era el primer priista del país. ¿Usted qué relación prevé tener con su partido?
—Mantengo mi posición priista, mantengo mi filiación de la que estoy orgulloso pero también queriendo ser alguien que pueda incidir en lo que me parece puede ser el cambio y la modernización de mi partido.

“Creo que el partido sin duda ha avanzado. En más de una ocasión lo he señalado: mi partido es el que mejor se ha preparado para la competencia democrática. ¿Por qué? Porque fue el partido que perdió la Presidencia de la República en el 2000, y a partir de ahí claramente entendimos las señales y quizá no todos los partidos por igual así lo entendieron, pero entendimos las señales claras de democratización que el país estaba viviendo y experimentando y que eso obligaba, y como además lo hemos acreditado en la competencia democrática, obligaba a que el partido tomara definiciones a partir de la competitividad, que el partido debía demostrar y acreditar en toda competencia electoral.

“Y a partir de ello, creo, una de las actitudes de avanzar y de reconocimiento a la evolución democrática de nuestro país es el haber, primero, defendido nuestras victorias por la vía legal e institucional y, segundo, haber reconocido también nuestras derrotas.

“En democracia se gana y se pierde y mi partido creo que ha demostrado esta actitud en todas las competencias electorales que hemos tenido en ámbitos, sea local, sea federal, esa es la actitud que mi partido ha observado.

“Ahora, también creo que mi partido está en la oportunidad de seguir evolucionando y de modernizarse aún más para tener condiciones de mayor competitividad para las justas electorales en las que estará participando.”

—¿Usted se propone entonces ser el primer priista del país o tener una sana distancia como la que proclamaba el ex presidente Zedillo?
—Me propongo ser alguien que esté cercano al partido, sobre todo para incidir en los cambios de modernización que mi partido deba tener para estar a la altura de los retos de nuestra democracia para estar preparado y sobre todo prepararse aún más para ser más competitivo y siendo respetuoso de la pluralidad política que el país tiene; y donde de ninguna manera el asumir esta responsabilidad, que también dejo muy en claro, ahora el haber tenido el respaldo mayoritario de la sociedad mexicana me obliga y además lo asumo en esta convicción, de que habré de ser un Presidente que gobierne para todos los mexicanos, para quienes me han apoyado pero también para los que eventualmente han disentido de mi proyecto. Pero eso de ninguna manera me lleva a marcar una distancia del partido que me ha postulado y del partido en el que milito con orgullo.

—Si entiendo bien, usted se propone estar a la cabeza de las reformas del partido. El presidente Cárdenas le cambió el nombre al PNR para llamarlo PRM, y éste luego se cambió por PRI. ¿Ese tipo de reformas necesitaría el PRI? ¿Cambiar de nombre, de colores, de postulados?
—Yo creo que será tema de un amplio debate al interior del partido. Te reitero: habré de estar cerca de mi partido. De ninguna manera se supone que yo sea el partido. Soy un miembro más de mi partido.

“Ahora, con esta alta responsabilidad que me ha conferido la mayoría de los ciudadanos que participaron en la jornada electoral, que habré de gobernar para todos los mexicanos y habré de postular lo que considere sirva para la modernización del partido y abrir el debate al interior del partido. Mi partido es un partido plural. Es un partido amplio y diverso, y creo que vienen temas de gran debate, entre ellos los que tú señalas, y simplemente en aras de estar a la altura de los retos de nuestra democracia”.

—Usted ya fue gobernador, y ahora estará del otro lado. ¿Cómo imagina su relación con los gobernadores? Eso es algo que ha cambiado en México durante estos años de alternancia. Se habla de los gobernadores como virreyes o señores feudales. ¿Cómo debe ser la relación con los gobernadores? Se lo pregunto porque usted ha hablado de alinear los esfuerzos del Estado mexicano para combatir la inseguridad…
—Mira, debe ser una relación de respeto. Debe ser una relación que actúe en el marco de nuestro federalismo, en una intención muy clara de que el esfuerzo del Estado mexicano en todos los órdenes de gobierno esté alineado en objetivos compartidos.

“Yo espero ejercer la Presidencia de la República con respeto a los mandatarios estatales, pero también con el interés de que sumemos voluntades en aras de beneficios y objetivos que sirvan a los mexicanos de las distintas entidades de la República. Bien señalas que he tenido la experiencia de haber sido gobernador del estado más poblado del país, el Estado de México, y puedo decirte lo que fue mi experiencia de la relación que tuve con el gobierno de la República.
“Ahora espero marcar una nueva era en la relación, que sea de mayor colaboración, que no esté marcada por el interés u origen partidario que tengamos quienes estemos en esta responsabilidad, sino más bien marcado por los proyectos y las acciones, por las políticas públicas que estén orientadas a servir a los ciudadanos de cada estado de la República y que sea una visión compartida con quienes sean autoridades locales y el gobierno de la República”.

—Hay la impresión de que los gobernadores se han zafado de su responsabilidad en materia de seguridad, pero también en asuntos fiscales. ¿Cree usted que debieran tener más responsabilidad los gobernadores o debieran asumirla más?
—Son parte de la responsabilidad. Creo que cuando ha habido este tipo de señalamientos o descalificaciones, a veces es con un sesgo de partidización de la política en materia de seguridad pública, donde yo claramente siempre recriminé y censuré que se quisiera partidizar la política, tratándose de una asignatura tan sensible para los mexicanos como lo es la seguridad pública.
“Creo que el reto de darle a los mexicanos condiciones de mayor seguridad obliga y exige responsabilidad de todos los órdenes de gobierno y que ese también debe significar el que estemos alineados en objetivos, en esfuerzos, en recursos para el fortalecimiento institucional, de las policías de los tres niveles de gobierno o de los tres órdenes, que precisamente permitan cumplir la tarea del Estado mexicano, irrenunciable por cierto, que es darle seguridad a todos los mexicanos”.

—¿Utilizaría el presupuesto para incentivar a los gobernadores?
—Estoy convencido, como lo he señalado en más de un ocasión, de que el presupuesto, cuando se tienen prioridades claras, como es una de ellas el tema de la seguridad pública, debe verse reflejada en el presupuesto. Que no debe ser sólo el fortalecimiento de los recursos asignados a la seguridad pública en el ámbito federal, sino a todos los ámbitos del Estado mexicano, a todos los ámbitos de gobierno. Y a eso está dedicado también a los niveles estatales y a los niveles municipales. Yo creo que cuando se trata de una prioridad debe verse reflejado en el presupuesto. Cuando no ocurre así, he señalado que es mera demagogia.

—Usted es católico. ¿Lo veremos como Presidente de la República asistiendo a un servicio religioso, o tratará de no hacerlo? Porque ha habido las dos experiencias…
—Pues, mira, trataré de profesar mi fe, mi creencia. Bien señalas que soy católico, pero habré de hacerlo en la parte íntima y en mi vida privada, así lo he hecho en toda mi vida política. Las manifestaciones de fe personales, me parece, no deben estar en el orden público, digo, más allá de que a veces asista, pues me ha tocado asistir, a una boda, a unos 15 años, bueno, pues ahí es parte de, pero creo que lo que es la parte privada de mi profesión de fe lo haré siempre de manera íntima y alejado realmente de hacerlo un tema público.

—¿Será usted un Presidente que voltee al pasado en términos de buscar que se castiguen o que se paguen actos de corrupción hechos en el pasado, o habrá borrón y cuenta nueva?
—Yo creo que toda la corrupción debe ocuparnos a los gobiernos y a la sociedad en general. Lamentablemente, en los últimos 11 años, la percepción de corrupción en nuestro país se ha agravado notablemente. De acuerdo con las mediciones de Transparencia Internacional, de estar en el lugar 51 a estar hoy en el lugar número 100, de acuerdo a estas mediciones.

“Y más que encontrar responsables o culpables, que por supuesto, los deba de haber a partir de aplicar la ley de manera irrestricta a quien deba asumir responsabilidades, esto debe llevarnos además, y éste es mi compromiso, a definir nuevos mecanismos para la transparencia y una mayor rendición de cuentas, para combatir la corrupción al interior del gobierno.

“Yo propuse claramente varias acciones inmediatas a impulsar: una, la Comisión Nacional Anticorrupción, para atender las denuncias de corrupción en los tres niveles de gobierno, en un área que tenga la capacidad de sancionar conductas de servidores públicos por actos de corrupción; otra, un sistema nacional de fiscalización, es decir, un sistema único al margen de los órganos de gobierno, de los órganos autónomos que deban ocuparse de fiscalizar los recursos de las áreas de la administración pública, pero que observen un marco de contabilidad homogéneo único en todo el país, para darle mayor certidumbre, mayor transparencia y rendir cuentas entendibles para todos los mexicanos.

“Y me he comprometido a hacer parte a los ciudadanos de los procesos de adquisición, de compra y de asignación de contratos a través de los testigos sociales, que es una manera de darle una participación al ciudadano de lo que hace el gobierno para el gasto de los recursos que son del pueblo de México.”

—En materia de seguridad, usted ha hablado de la creación de una Gendarmería Nacional ¿Estaría inscrita en la Secretaría de Gobernación? ¿Desaparecería la Secretaría de Seguridad Pública? Es decir, ¿cuál es la estructura que se propone tener para combatir la inseguridad?
--Lo que tengo claramente definido es fortalecer la capacidad del Estado mexicano, la capacidad de mayores recursos humanos y de mayor presencia territorial donde es necesario contener y disminuir la violencia y la presencia del crimen organizado. Por eso, la propuesta de acrecentar el tamaño de la Secretaría de Seguridad Pública o de las fuerzas del orden civil que están adscritas en esta área de la administración pública, la Gendarmería Nacional, que es valernos del personal tanto militar como de la Armada de México, de la Marina, que hoy está en tareas de seguridad pública, para formar este cuerpo de Gendarmería.

—¿Eso dónde quedaría?
-- Estoy por entrar en la definición… A ver, lo que está claro es: estas son las fuerzas del orden que sin duda van a fortalecer la capacidad del Estado mexicano. ¿Dónde quedarán inscritas para su trabajo operativo? Aún no lo tengo definido, esto estará sujeto a lo que venga de la conversación que tenga con el gobierno de la República en el periodo de transición para tener mayores elementos de valoración a partir del diagnóstico que se tenga de la seguridad pública del país, más allá de la que públicamente conocemos.

“Me parece que hay elementos que el gobierno federal deberá aportar dentro del periodo de transición, de la conversación y de la plática que tenga con los titulares tanto de la Secretaría de la Defensa Nacional como de la Armada de México, para recoger elementos y a partir de ahí tener una definición. Todavía no la tengo, te repito, pero estará sujeta a mayores elementos de valoración que espero se den dentro del periodo de transición”.

—¿Cuándo anuncia el equipo de transición?
—En los próximos días, probablemente esta misma semana lo esté haciendo, o deje pasar unos días más en tanto se resuelve este periodo, esta parte del proceso postelectoral, pero estoy a unos días de anunciar o hacer los primeros nombramientos. Quizá no estén todos, pero sí los primeros nombramientos de quienes tendrán responsabilidad para la coordinación del equipo de trabajo de transición y de otras tareas que, me parece, son fundamentales en esta parte, seguramente en esta misma semana esté anunciando ya quiénes serán responsables de estas tareas.

—¿Serán dos equipos? ¿Uno el equipo de transición y otro el equipo encargado de las reformas?
--Yo te diría que puede haber más. Al equipo de transición le correspondería obviamente ver también por los proyectos de reforma, pero eventualmente serán dos o tres tareas particulares en este periodo postelectoral donde asigne tareas, pero la mayor, la más importante, recaerá dentro del equipo de transición que estará viendo los temas de la agenda del gobierno de la República que se apeguen al cumplimiento de los compromisos que hice durante mi campaña, que se apeguen a lo que serán las reformas que estaré impulsando, sobre todo en temas tan importantes, tan relevantes como lo es la reforma hacendaria, la reforma laboral, la reforma al sistema de seguridad social universal que comprometí para todos los mexicanos, pues serán parte de los proyectos que estará revisando el equipo de transición.

Pascal Beltrán del Río
2012-07-10 07:00:00
Color electoral
 
 

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