lunes, 9 de julio de 2012

Castro-Peña: se mueven las fichas


Rubén Cortés


La carta de Raúl Castro a Enrique Peña, por “su triunfo electoral”, debe ser entendida para que México retome la política de Estado hacia Cuba, trunca desde que Carlos Salinas la invitó a integrarse en el inicio de las cumbres iberoamericanas en contra de la voluntad de Estados Unidos.


De nuestros tres presidentes más recientes, el priista Ernesto Zedillo (1994-2000) enfrío las relaciones, el panista Vicente Fox (2000-06) las descompuso y el actual, el también panista Felipe Calderón, las redujo a “no buscar pleito”.

Sin embargo, Cuba propició el último gran triunfo de México como líder de la política exterior regional, cuando durante “la crisis de los balseros” de 1994 Salinas fue el testigo de las conversaciones que llevaron a una solución entre La Habana y Washington.

Después, México dejó de ver de manera estratégica a Cuba como su tercera frontera: un territorio con fuertes lazos históricos y a 210 kilómetros de distancia, impulsando las inversiones económicas sin plegarse a la casa Blanca.

Llevamos 18 años así por pensar que, tras la caída del Muro de Berlín, la isla perdió resonancia política real y posee poco

 atractivo comercial: México era el segundo socio comercial de Cuba y ahora es el último. Las exportaciones son apenas de 208 millones de dólares anuales.

El argumento es que “Cuba no paga”. Bueno, a Washington sí le paga. Sus transacciones superan los mil millones de dólares, pese al embargo. Hay que trazar una política seria hacia una isla que significa una excelente oportunidad por su posición geográfica y mano de obra calificada.

Uno de los negocios más prometedores es el de los fármacos biotecnológicos, el cual se estancó durante la titularidad de José Ángel Córdova en la secretaría de Salud, pero avanzó en los últimos meses con Salomón Chertorivski, cuyo esfuerzo es muy apreciado en La Habana.

Chertorivski está interesado porque sabe que a México le conviene comprar medicamentos a Cuba, que son de alto nivel y más baratos a los que importamos desde Europa. Sólo falta eliminar un requisito legal que exige que, para ello, las farmacéuticas extranjeras tengan una planta aquí.

México obtendría, a gran calidad y bajos precios la vacuna Pentavalente, empleada en el enfrentamiento a cinco enfermedades: difteria, tétanos, tos ferina, hepatitis B y Haemophilus influenzae tipo B; así como otras contra el dengue, el cólera y una terapéutica contra el cáncer.
En este contexto, hay que observar que el reconocimiento de Raúl Castro al “triunfo electoral” de Peña se produjo durante su visita a China y Vietnam, en un momento en que Cuba busca emular los logros de ambos países tras incorporarse a la economía de mercado.

Ya Raúl Castro movió ficha. Y Enrique Peña tomó nota del gesto.

Publicado el Lunes 9 de Julio de 2012
EL ARSENAL

No hay comentarios:

Publicar un comentario